El azul y el rosa para los bebés
¿Cómo fue que llegamos a tener varios «equipos»: niños de azul y niñas de rosa —o amarillo, cuando se desconoce el sexo?
¿Cómo fue que llegamos a tener varios «equipos»: niños de azul y niñas de rosa —o amarillo, cuando se desconoce el sexo?
Fue la mujer de vestido negro que nació en plena calle, frente a un farol. Su madre no alcanzó a llegar al hospital, pero en cambio se sabe, con exactitud, que se encontró con el mundo de cara al número 72 de la calle de Belleville, en París.
Nuestros nombres son tanto una declaración de individualidad como de pertenencia: por un lado, hablan de quiénes somos en lo particular, y por otro, del grupo humano del que formamos parte.
Después de la cita —aquella que habían acordado, y a la que nunca se presentó Modugno—, Franco Migliacci ya había logrado un esbozo de la que, en poco tiempo, se convertiría en una de las canciones italianas más populares del mundo.
En aymara, una lengua de la familia quechua hablada en Bolivia —donde es una de las lenguas indígenas principales—, en Perú, Chile y en parte de la Argentina, tiempo y espacio son uno solo y al serlo en la lengua, lo son también en la forma de percibir el mundo de sus hablantes.
Conoce el origen de las hamacas y cómo se volvieron tan populares en los sitios tropicales.
Aunque el origen de los topónimos es ambiguo, por lo regular los nombres de los lugares se eligen en función de sus aspectos históricos, sociales y geográficos más relevantes, por lo que cada uno lleva consigo toda una historia.
Nos hemos empeñado en abarcar diversos temas alrededor de la comida: desde lo alimentario y lo ancestral, hasta lo gourmet y exquisito, pasando por las estadísticas y lo mundano del comer. Bon appétit!
¿Cuál era el centro de Londres, o cuál elegir de entre todos ellos: el longitudinal, el geométrico, el literario, el social, el mercantil, el astronómico o el «diabólico»?
Londres, como el visitante lo ve hoy en día, se levantó como el ave fénix desde el gran incendio de 1666 que destruyó las dos terceras partes de la metrópoli. Fue reconstruida, no de paja y madera, sino de ladrillo y piedra, y financiada por la inmensa riqueza comercial que la ciudad generaba.