De «brindar» y «brindarnos», un choque común
Conoce la historia de dónde vienen estas palabras.
Conoce la historia de dónde vienen estas palabras.
Del náhuatl que todos hablamos ¿qué mejor ejemplo que la palabra «chingar»? La tan mentada palabra que usamos los mexicanos para todo.
El término prosopagnosia —del griego πρόσωπον, prósopon, ‘cara’, y de γνωσία, agnosía: ‘sin conocimiento’— fue acuñado en 1947 por el neurólogo alemán Joachim Bodamer, y se refiere a la interrupción selectiva de la percepción de los rostros, tanto del propio como del de los demás.
Fue la mujer de vestido negro que nació en plena calle, frente a un farol. Su madre no alcanzó a llegar al hospital, pero en cambio se sabe, con exactitud, que se encontró con el mundo de cara al número 72 de la calle de Belleville, en París.
Decía San Agustín que «las lágrimas son la sangre del alma». Lloramos cuando algo nos duele, con un golpe a media noche en el dedo meñique del pie; de tristeza, de coraje, de felicidad, al ver una película, o sin un motivo concreto.
Después de la cita —aquella que habían acordado, y a la que nunca se presentó Modugno—, Franco Migliacci ya había logrado un esbozo de la que, en poco tiempo, se convertiría en una de las canciones italianas más populares del mundo.
Michael es un buen amigo escocés que vino de visita a la Ciudad de México.
Le sorprendieron los peseros, las quesadillas de flor de calabaza y el hecho de que la ciudad fuera tan distinta según desde donde la vieras.