El llanto, la psicología y el cine
Si, como apuntaba Cortázar en «Instrucciones para llorar», no le basta con pensar en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes para impulsar el llanto atorado, estará de acuerdo conmigo en que no hay escena más conmovedora que aquella protagonizada por Bambi, cuando entre los copos de nieve, el …