Científico escocés inventa máquina para comunicarse con los muertos
Y logra hablar… pero con los vivos!
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Se llama epónimo al nombre de una persona que se usa para designar un objeto, un sitio, una época, una enfermedad o una actividad, normalmente para hacerle honor o en recuerdo de alguna de sus hazañas. Existen en las ciencias, las artes y hasta en la milicia. A continuación algunos ejemplos. [nivoslider id=”11704″]
Estamos muy emocionados porque está a punto de salir a la venta la tercera entrega de Algarabía Tópicos, en esta ocasión, con un tema por demás apasionante y polémico: la liberación femenina.
Acompáñanos a viajar en el tiempo y encuentra la colección de estos datos en los minialmanaques Un año para recordar.
Esta frase en latín significa «Sobre los herejes que habrán de ser quemados» o «Sobre la combustión de los herejes», y fue el nombre que recibió una ley promulgada en 1401 por el rey Enrique IV de Inglaterra en la que se estipulaba que el castigo a la herejía. Pero, ¿exactamente qué es un hereje?
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Retomo una frase del autor (Erwin Schrödinger) para describir parte de su contenido: «La finalidad de la ciencia, y su valor, son los mismos que los de cualquier otra rama del conocimiento humano. Ninguna de ellas por sí sola tiene finalidad y valor. Sólo los tienen todas a la vez».
Según la leyenda, fue la mujer más bella de Grecia y sus pintorescos rededores, por razones políticas, la hicieron contraer nupcias con Menelao, rey de Esparta. Durante una ausencia de éste, conoció a Paris, hijo del rey de Troya, que había ido a Grecia en busca de su tía Hesíone.