Las solteronas
Cuando a mi abuela le preguntaban por Teresita decía: «¡Ay Teresita, pobrecita!» Y contaba la historia de una de tantas solteronas.
Cuando a mi abuela le preguntaban por Teresita decía: «¡Ay Teresita, pobrecita!» Y contaba la historia de una de tantas solteronas.
No es una religión, pero puede acercarse a un movimiento de liberación espiritual —siendo un poco exagerados.
La siguiente historia es un ejemplo de cómo las obsesiones y el aislamiento no siempre son buenas compañías.
Este tweet fue elegido simplemente porque vale la pena darle RT y compartirlo con los followers de @algarabia.