Edipo, pintor
Como cualquier persona, hasta los grandes maestros del arte tienen una mujer que los engendró, los cuidó, los llevó a la cama, los vio crecer y, tal vez para entretenerlos, les puso un pedacito de carbón o un lápiz en la mano.
Como cualquier persona, hasta los grandes maestros del arte tienen una mujer que los engendró, los cuidó, los llevó a la cama, los vio crecer y, tal vez para entretenerlos, les puso un pedacito de carbón o un lápiz en la mano.
La forma: ojos almendrados, nariz aguileña y todas las letras de la palabra encanto vertidas en 50 kilogramos de inigualable porte.