Vitamina T: breve inventario del taco
Y es que para hacerlo como Dios manda y disfrutar al máximo esa experiencia culinaria, necesariamente hay que bajar a ras de banqueta, perderle el miedo a las grasas —y a su tendencia a establecerse en la cintura al menor descuido—, dominar el asco a los olores, hacerse de la vista gorda con la higiene …