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Reinaldo Arenas

Él fue un poeta brillante que vivió con la misma intensidad con la que escribía.

Reinaldo nació un 16 de julio de 1943, en Aguas Claras, provincia oriente de Cuba. Ahí tuvo que convivir con la depresión de su madre, quien fue abandonada por el único hombre que amó y con quien procreó a este futuro escritor.
Su adolescencia fue precoz tanto en el plano sexual como en el plano artístico; comenzó a escribir a los trece años, sin embargo con la llegada de la Revolución, olvidó su vocación de escritor para participar como guerrillero en las sierras de Gibara. Entonces se identificaba con los ideales de la Revolución, pero poco a poco se convirtió en disidente frente a un sistema que rechazaba la homosexualidad y desconfiaba de quien tuviera pensamientos contrarios a su política.
Aprendió de las enseñanzas de su abuela, una mujer fuerte de quien decía «orinaba de pie».
Reinaldo estudió la Universidad en la Habana y se empleó como bibliotecario en la Biblioteca Nacional de su país, ahí escribió su primera novela, Celestino antes del alba (1967), la única obra que pudo editarse en Cuba y por la que obtuvo reconocimiento de diversos escritores, entre ellos José Lezama Lima y Virgilio Piñera, mas su pensamiento en contra del régimen castrista y su homosexualidad provocó una persecución en su contra.
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El mundo alucinante fue su segundo libro, en el cual narra de manera fantástica la biografía de Fray Servando Teresa de Mier, y lo adereza con pasajes contrarrevolucionarios, por lo cual fue prohibido en la isla, pues ningún escritor podía publicar sin la autorización de la uneac – la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba–. No obstante, con la ayuda de sus amigos fue publicada en Francia en 1968 y ése fue el primer enfrentamiento contra el régimen político de Fidel Castro. Desde ese momento, Reinaldo se vio obligado a esconder sus manuscritos.
Su siguiente producción literaria, Otra vez el mar, fue hallada y destruida; Reinaldo tuvo que reescribirla en tres ocasiones. Fue una etapa de persecución para los opositores del castrismo. Todo comenzó a complicarse y Arenas fue obligado a contribuir en una plantación de caña, en los Campos de la Unidad Militar de Ayuda a la Producción cuyo objetivo tenía readaptarlo sexual y socialmente.
Reinaldo fue víctima y testigo del maltrato de los intelectuales de su país y para protegerse se casó con la actriz Ingrávida González, una medida poco efectiva ya que en 1973 su amigo Cocó Sala lo traicionó y consiguió que lo detuvieran por su inapropiada conducta sexual.
Arenas fue conducido al cuartel de Miramar de donde huyó y se convirtió en fugitivo. Poco después fue encarcelado en el castillo del Morro.
En el Morro estuvo recluido por dos años en las que soportó palizas y humillaciones. Su vida en aquella prisión se convirtió en un infierno, cansado de esta situación, intentó suicidarse, pero recuperó las esperanzas al obtener la libertad. Los próximos años de su vida se unió a los Marielitos, un grupo «indeseable» para el régimen castrista ubicado en la bahía de Mariel.
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Este grupo estaba lleno de disidentes, criminales y homosexuales a los que a menudo se les facilitaba la huida del país con el fin de depurar a las lacras y «purificar» a la patria.
En 1980 Reinaldo consiguió huir de Cuba al falsificar su pasaporte en el que se cambió el nombre a Reinaldo Arinas, para esquivar la lista de aquellos quienes no podían salir del país.
Así se embarcó rumbo a ee.uu y fundó la revista Mariel, nombre que había representado su paso hacia la libertad.
Se trasladó a Nueva York donde conoció la miseria, la marginación y la libertad artificiosa del capitalismo. Fue entonces, en 1987, cuando le diagnosticaron Sida. Arenas, como muchas veces lo declaró, sólo conoció el infierno y cuando se encontró cerca de la muerte entregó su último aliento a escribir frenéticamente.
Comenzó así una prolífica producción literaria en la que destaca un libro de poemas Leprosorio (1990), y las novelas El color del verano (1991) y El asalto, las cuales se publicaron de manera póstuma.
Además figuran entre sus obras: El palacio de las blanquísimas mofetas (1980), La vieja Rosa (1980), Arturo, la estrella más brillante (1984), La loma del ángel (1987) y Viaje a La Habana (1990).
Sin embargo destacó su autobiografía Antes que anochezca, a la que nombró así por tener que escribirla aprovechando la luz del día. Paradójicamente, también debía escribirla antes de que la oscuridad de la muerte se lo impidiera.
Antes que anochezca se publicó en 1992, fue un libro impactante, terriblemente humano. Su obra relata la marginalidad en la que vivió en Cuba, la violencia de la que fue objeto.
Es una obra que habla sobre su voraz apetito sexual, la política, la homosexualidad y el abandono.
Reinaldo Arenas decidió como su último día de vida el 7 de diciembre de 1990, se suicidó en su departamento en Manhattan. En el interior de su morada, se halló un manuscrito con el que se despidió de sus amigos, dejó algunas indicaciones, y un autoepitafio que versa:

«Ordenó que sus cenizas fueran lanzadas al mar
donde habrán de fluir constantemente
no ha perdido la costumbre de soñar:
espera que en sus aguas se zambulla algún adolescente.»

 
 
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