Aunque Foxcatcher (2014), el filme de Bennett Miller, está inspirado en la historia real del asesinato de un deportista y medallista olímpico, el director norteamericano no estaba interesado en reflejar ningún tipo de sensacionalismo.
Miller, responsable de Capote (2005) y Moneyball (2011), prefirió elaborar un íntimo y detallado examen de los personajes y de cómo dos extraños se unen en el centro de la historia: John du Pont, un multimillonario estadounidense, y Mark Schultz, un hábil luchador olímpico, quien es socialmente torpe.
En el filme, Mark recibe una invitación por parte de du Pont para que lo visite en su mansión e instalaciones de Foxcatcher Estate. Después de ser recogido por un helicóptero privado, Schultz se presenta con el señor du Pont y éste le ofrece trabajo como entrenador de lucha libre.
A partir de ese momento se desencadena una serie de relaciones enfermizas de amor, odio, deseo y envidias, donde también está involucrado Dave Schultz —hermano mayor y entrenador de Mark—. A continuación te presentamos la verdadera historia detrás de Foxcatcher.
John Eleuthère du Pont: el dueño de Foxcatcher
Heredero de la fortuna de la familia du Pont, John era un ornitólogo —publicó diversos libros sobre aves—, filatelista —persona que estudia y colecciona los sellos de correos— y un entusiasta de los deportes, principalmente el pentatlón y la lucha libre.
Su padre, William du Pont Jr., fue un reconocido banquero y hombre de negocios, y un destacado jinete en las carreras de caballos. Como filántropo, John fundó y dirigió el Museo de Historia Natural de Delaware, que se inauguró en 1972, y también apoyó a otras instituciones como la Universidad Villanova.
Sus padres se divorciaron cuando él tenía dos años, dejando a John y a su madre solos en la finca. Du Pont creció con miedo al mundo exterior, incluso se mostraba temeroso y tímido cuando convivía con las adineradas amistades de su madre.
Demasiado retraído y reservado, el joven no tenía amigos y se aventuró con obsesión en la colección de objetos, además de ser un estudioso de la ornitología y la biología marina.
También persiguió su sueño de obtener la gloria deportiva. Lamentablemente, aunque tenía disciplina y ambición, carecía de talento. Sus intentos de llegar a las filas de clase mundial en natación y pentatlón fracasaron, y tampoco logró pertenecer a algún equipo olímpico.
El dinero lo mantuvo en el ambiente deportivo y se convirtió en mecenas de nadadores y luchadores de EE.UU., transformando su granja, a mediados de los 80, en una instalación de clase mundial, el Centro Nacional de Capacitación Foxcatcher. Pero el gran gasto e inversión no podían comprar lo que tanto ansiaba: una medalla olímpica.
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Du Pont estaba lleno de fantasías paranoicas que empeoraron con el paso del tiempo. Su matrimonio duró poco, y terminó cuando su esposa se dio cuenta —después de que trató de apuñarla, estrangularla y arrojarla desde un automóvil en movimiento— que moriría si se quedaba a su lado.
A principios de los 90, sus amigos y conocidos estaban preocupados por su comportamiento errático y paranoico. Se hacía pasar por Jesús y el Dalai Lama, insistía en que los árboles caminaban y que sus caballos le enviaban mensajes desde Marte.
En 1997 fue condenado a prisión por el asesinato de su amigo y colaborador, Dave Schultz, un campeón olímpico de la lucha estilo libre. Se le señaló como enfermo mental y permaneció en la cárcel 13 años, hasta su muerte en diciembre de 2010.
¿Por qué la tierra de John du Pont se llamó Foxcatcher?
En 1988, tras la muerte de su madre, Jean Liseter Austin du Pont —interpretada en el filme por Vanessa Redgrave—, John cambió el nombre de «Liseter Hall Farm» a «Foxcatcher Farm».
Lo hizo como un homenaje a su padre, quien había utilizado el nombre Foxcatcher por su establo de carreras que fundó en la década de 1920.
Jean Liseter y William habían recibido el enorme terreno, ubicado muy cerca de Filadelfia, como un regalo de bodas del padre de Jean, William Liseter Austin, un ejecutivo de la Baldwin Locomotive Works.
Vista aérea de la casa de John du Pont.
Mark Schultz, el punto de encuentro entre du Pont y Dave
Mark Schultz nació en 1960, fue campeón en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984 y campeón mundial en Budapest 1985 y en Clermot Ferrand 1987, en la lucha estilo libre en la categoría de los 82 kilogramos.
Él mismo ha declarado que cuando le tocaba luchar había poco dinero e inversión en el deporte; incluso los campeones y los destacados deportistas carecían del soporte financiero por parte del gobierno de EE.UU. «Por eso me fui a Foxcatcher», declaró Mark, «John du Pont me pagaría por luchar».
Antes de aceptar la invitación de John du Pont, Mark había sido despedido de su puesto de entrenador asistente en Stanford.
Fue a la granja de Foxcatcher en 1986, pero decidió abandonarla en 1988, pues ya no soportaba la sofocante atmósfera creada por el ególatra du Pont, que le pedía a Mark que se dirigiera a él como «El águila» o «El águila dorada», ya que así le gustaba que lo llamaran.
A diferencia de la película, Mark no le da crédito a du Pont como su salvador, sólo fue un extraño hombre que le ofreció un puesto de entrenador. En su autobiografía, titulada también Foxcatcher, dice que du Pont quería que fuera su entrenador asistente en la Universidad de Villanova.
En la vida real, du Pont quiso contratar primero a Dave, pero él rechazó el puesto debido a que tenía esposa e hijos pequeños, y recomendó a Mark.
Mark Schultz con su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984.
En la vida real, Mark Schultz no llegó inmediatamente a Foxcatcher, sino hasta que du Pont descubrió que Mark había organizado una fiesta en su departamento —en un edificio cercano a las instalaciones de la Universidad Villanova—, donde había alcohol y luchadores menores de edad.
John planeaba despedirlo, la única condición para que Mark mantuviera su empleo era mudarse a una de las pequeñas casas de la granja de Foxcatcher.
Mark Schultz explica en su libro que du Pont creó un movimiento de lucha libre llamado «Los cinco de Foxcatcher», donde un luchador agarraba los testículos de otro luchador con cinco dedos.
Du Pont, que también había proporcionado fondos a la universidad de Villanova para construir un estadio de atletismo y comenzar un programa de lucha libre en 1986, enfrentó cargos de abuso sexual a finales de los 80.
Una de esas acusaciones provenía de otro entrenador de Villanova, quien dijo que fue despedido porque se había negado a las insinuaciones homosexuales de du Pont.
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Dave Schultz, el héroe popular asesinado por du Pont
Dave, en compañía de su esposa Nancy y sus dos hijos, vivió en una casa de huéspedes en la finca de du Pont durante poco más de 6 años (1989-1996). El multimillonario había construido un centro deportivo para entrenar jóvenes promesas de la lucha libre y lograr la gloria olímpica.
Dave fue contratado por du Pont como entrenador en 1989 —un año después de que su hermano Mark abandonó Foxcatcher—, pero sólo era un accesorio más de los caprichos de du Pont. El plan del multimillonario era tener a David al frente del equipo que competiría en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.
Du Pont luchando.
Schultz, una persona amable y popular en el círculo de lucha libre, fue considerado en su época un héroe popular, y fue lo más parecido a un amigo que tuvo du Pont.
Pero la relación se había deteriorado después de que Dave le anunció que tenía la intención de aceptar un puesto de entrenador en Stanford después de los Juegos Olímpicos.
Sin embargo, no había manera de prever la violenta manera en que du Pont reaccionaría ante la noticia.
El 26 de enero de 1996, a sus 36 años, David Schultz —medallista de oro en los Juegos Olímpicos de 1984 en la lucha estilo libre y categoría de los 74 kg— estaba afuera de su casa instalando una radio en su automóvil, cuando un Lincoln plata, manejado por du Pont, llegó a su entrada.
«Hola entrenador», le dijo Schultz cuando el Lincoln se detuvo a su lado. Du Pont respondió sacando un revólver. Una bala le lastimó el codo, un segundo disparo fue directo al pecho, y un tercero a la espalda. El rostro de Dave cayó sobre la fría nieve.
El asesino se marchó y se atrincheró en la lujosa biblioteca forrada de acero de su mansión de 44 habitaciones. Durante dos días permaneció escondido de los equipos SWAT que rodeaban el lugar.
Finalmente, la policía decidió apagar los boilers y las calderas que mantenían su hogar cálido, y de esta forma hacer que du Pont saliera de la biblioteca para reparar la calefacción, en ese momento fue detenido.
Texto de Luis Fernando Galván.