En estos días es muy común escuchar a jóvenes —no necesariamente consumidores— hablar de los aspectos positivos que podría llegar a tener la legalización del consumo y cultivo de la mariguana. Por otra parte, en el ambiente general de México, se continúa percibiendo esa repugnancia hacia la planta y hacia todo aquel que la consume, los miembros de mayor edad en las familias —no todos, claro— siguen teniendo esa postura muy negativa al respecto, aun cuando otras sustancias mucho más dañinas están desapercibidamente legalizadas en el país.
Del aire con el que esta dualidad permea nuestra sociedad, brota el eje central del libro «Historias verdes» de Eduardo Limón. Surge pretendiendo que la portada de este libro figure un librero del futuro y se lea de forma curiosa o incrédula, de esa forma en la que actualmente leemos asombrados sobre la época en la que la que el consumo de bebidas alcohólicas era ilegal.
Sin intención de esbozar una postura radical respecto al tema, se hace la conjunción de una serie de conversaciones que le conceden al trabajo un mayor enriquecimiento y le abren paso en el campo de la discusiones sobre la mariguana, que tanto se ha ampliado. Esto a raíz de tratarse de una serie de testimonios de músicos, escritores, científicos, promotores culturales y hasta dealers, mismos que pueden ser consumidores, fueron consumidores, la probaron una vez, jamás la probaron ni se les antoja o simplemente se encuentran inmersos en el tópico. Como casi todos lo estamos.
Una certeza que sí se esclarece en todos los nombres que figuran en el trabajo —o al menos en la mayoría de ellos— es la poca pertinencia que cabe en la prohibición. Siendo que una característica de las personas es buscar enterarse y explicarse por qué algo es socialmente prohibido, entra en nosotros una curiosidad tan activa que simplemente no se podría considerar como indebido sucumbir ante ella. Pero en la actualidad es muy cuestionable que esa prueba mínima —que probablemente ni siquiera te gustó o tal vez sí, pero sólo te parezca un momento de placer o relajación— pueda meterte en tantos problemas legales y sociales.
En este compuesto de testimonios se conforma un retrato de época muy bien descrito, con gran valor para futuras generaciones de historiadores, antropólogos, sociólogos o simples curiosos. Como en el mismo prólogo y la presentación se menciona «Así, este libro viene del pasado. De cuando el placentero derecho a trazar figuras sobre la realidad con nuestras fumaradas se hallaba perseguido y era condenado».
Eduardo Limón es un periodista especialista en cultura. Ha colaborado con diferentes medios escritos, ha conducido el programa «Triángulo de letras» de Canal 22, también ha pisado el terreno de la radio con colaboraciones en W Radio, RMX, y la plataforma de podcast, Puentes. En 2011 recibió el Premio Nacional de Locución y en 2014 obtuvo el segundo lugar en el Premio Internacional de Libro Animado Interactivo en Español con «El camello de las dos jorobas».