En ciertas ocasiones, el trabajo demandante, la situación económica, la sociedad o la locura que se vive en nuestro entorno, pueden hacernos olvidar nuestra alegría. Un regaño de tu jefe, una mentada de madre en el tráfico a las 7:00 AM, un corazón roto o las malditas deudas, son factores que aumentan los niveles de estrés, tristeza o enojo en nuestro organismo. Si bien, sabemos que la alegría es subjetiva, aquí te dejamos algunas actividades que podrías realizar para seguir sonriendo y disfrutar del día a día sin que nadie te apague.
Actividades que te pueden devolver la alegría
Meik Wiking, del Instituto de Investigación sobre la Felicidad -aunque suene raro, ese instituto existe y se encuentra en Dinamarca- presenta en su libro “HYGGE”, una serie de factores que ayudan a la población danesa -según un estudio de dicho instituto es el país con la población más feliz de Europa- a mejorar su estado de ánimo y ser más felices en su cotidianidad, a continuación algunos de ellos:
Tu entorno y la luz
Para Wiking, una buena iluminación ayuda considerablemente a las personas a mejorar su estado de ánimo. La orientación adecuada de los espacios arquitectónicos, permite la correcta entrada de luz solar, iluminando de manera natural el entorno y provocando una sensación de bienestar. Por otro lado, el uso de velas es una práctica común entre los daneses, ya que provocan un ambiente de armonía, intimidad y relajación. Así mismo, la luz que proviene de las lámparas puede presentar una alteración en nuestro estado de ánimo, por lo que una selección de luz cálida en interiores, puede crear un balance en nuestro entorno, poniéndonos de buen humor.
La ropa que utilizamos
La ropa —aunque usted no lo crea— puede llenarnos de Alegría. Elegir y utilizar ropa cómoda, sin pretensiones u obligaciones y que sea de nuestro agrado, puede elevar la seguridad en las personas, haciendo que suba el autoestima al sentirte confortable, atractivo y relajado. ¡Ahora ya lo sabes!, ponerte un buen outfit puede cambiarte el estado de ánimo.
La unión, base de la alegría
Al ser seres sociales, necesitamos de una interacción continua con nuestro entorno -a menos que seas un misántropo- por lo que la convivencia con nuestro seres queridos, puede ayudarnos a liberar el estrés, el enojo o la tristeza que llevamos dentro. Sin generalizar, una buena plática, una caricia, un abrazo o un beso, pueden alterar nuestras emociones, haciéndonos sentir seguros y queridos, por ende, felices.
Otros estudios sobre la alegría
Actividades culturales
De acuerdo a un estudio que se realizó en los países nórdicos, las actividades culturales pueden aumentar los niveles de alegría y felicidad en las personas. Ya sea ir al cine, a la danza, a un museo, ir a algún concierto, pintar, dibujar o cantar, puede aumentar el índice de felicidad en la población. El hecho de adquirir un nuevo conocimiento o disfrutar de la belleza de una obra, hacen que nuestro cerebro segregue las famosas “hormonas de la felicidad”, que son: la serotonina, endorfinas, dopamina y oxitocina, las cuales tienen muchas funciones en nuestro organismo, pero que destacan el hecho de que nos hacen sentir placer y felicidad.
Practicar algún deporte
Estudios han revelado que practicar algún deporte, provoca que nuestro cerebro segregue endorfinas, dándonos una sensación de felicidad constante. El hecho de realizar algún deporte en conjunto, puede ayudar a los deportistas con la socialización, provocando que se formen vínculos socio-afectivos. Por otro lado, cuando practicamos algún deporte -en la mayoría de los casos- lo hacemos por voluntad propia, esto se traduce, en que al dedicarnos a la actividad que nos gusta, los niveles de estrés a los cuales estamos constantemente sometidos, bajan rotundamente. Acompañado de una buena alimentación, esto se volverá un combo que te otorgará un rush de energía y estarás con una sonrisa de oreja a oreja.
Ahora ya lo sabes, la alegría se puede alcanzar en pequeñas actividades. Intenta hacer alguna de estas recomendaciones y sonríele a la vida.
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