En la caricatura, Bart descubre que el agua del retrete en Australia gira en sentido contrario al agua del baño de su casa. Y, si bien es cierto que existe una fuerza de Coriolis que ocasiona que un objeto en movimiento sobre la superficie terrestre se desvíe a la derecha de su trayectoria en el hemisferio norte y a la izquierda en el hemisferio sur —esto no implica que el movimiento final sea un giro, depende de la resultante de la suma de las fuerzas que intervienen durante ese movimiento—, la magnitud de esa fuerza es extremadamente pequeña para escalas como el agua de un excusado —se traduciría en una aceleración decenas de miles de veces menor que la que ejerce la gravedad.
Coriolis imaginario
Llamada así en honor al matemático francés Gaspard Gustave de Coriolis, la fuerza de Coriolis o aceleración de Coriolis —recordemos que, de acuerdo con la Segunda ley de Newton o Ley de Fuerza, hay una relación proporcional entre fuerza y aceleración, fuerza = masa x aceleración— resulta de la rotación de la tierra y, entre geofísicos, oceanógrafos, meteorólogos y otros científicos que deben considerarla a la hora de describir la circulación —ésta sí, a una escala mucho mayor que en el caso del agua de un retrete— de masas de agua en el océano o de masas de aire en la atmósfera,
y fenómenos como la
formación de remolinos y ciclones.
A la fuerza de Coriolis le pasa lo que a los números imaginarios, en tanto que a Coriolis se le conoce como pseudofuerza o fuerza aparente.
Sus efectos, cuando estamos en la escala adecuada, son bastante notables y reales. Que esta fuerza sea clasificada como pseudofuerza se debe a que es sólo aparente para un observador que se encuentra en un sistema que está rotando —un marco de referencia en rotación, dirían los físicos.
La fuerza de los polos
La magnitud de la fuerza de Coriolis depende de la latitud a
la que uno se encuentre, siendo máxima en los polos y nula
en el Ecuador, y la desviación de los cuerpos en movimiento libre sobre la tierra —sean pelotas, masas de agua o de aire o, como veremos líneas adelante, proyectiles— se incrementa de manera directamente proporcional a la velocidad del objeto.
Como habrán visto en este capítulo de Los Simpson, hacer que el agua gire en el sentido de nuestra preferencia
en el retrete, es de lo más
sencillo.
Esta desviación en la trayectoria tiene que ser forzosamente considerada en situaciones de interés menos científico y más pragmático, como al calcular si un misil dará en el blanco, aunque el ajuste en estos casos es muy pequeño, dado que la distancia que recorren es muy corta, a menos que se trate de un misil transcontinental.
Para comprobarlo puedes hacer un experimento muy sencillo con ayuda de un globo terráqueo y un gis o un marcador… Consulta este texto completo en tu Algarabía 137 para conocer la magnitud y tener la experiencia sobre la fuerza de Coriolis.
https://vimeo.com/101271329
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