¿Has visto alguna vez a un cargador de la Central de Abastos? Bueno, pues según el DRAE, este individuo es un ganapán. Ya que este término significa «hombre que se gana la vida llevando recados o transportando bultos de un lugar a otro» o de manera coloquial «hombre rudo y tosco».
Un ganapán también es quien se gana la vida con labores esporádicas que no requieren ningún tipo de preparación. Es decir, que se gana el sustento día con día, sin ninguna certeza de cómo sobrevivirá después.
En la literatura hay muchos ejemplos de ganapanes célebres, el mismo Rodrigo Díaz de Vivar, protagonista del poema del «Mío Cid», se transforma en ganapán una vez que es desterrado y tiene que enfrentarse al hambre y la intemperie.
De ahí la frase «mejor estudia para no ser un ganapán». Y es que cada vez abundan más los empleados «informales» que con tal de ganarse unas monedas se dedican a cualquier cosa que les encarguen: recaderos, mandaderos, cargadores, cambiadores de focos, barrenderos y mata arañas.