En el español —uno de los idiomas más hablados en el mundo— hay una variante de México, en la que —como en otras— mucho de lo que se dice puede llegar a cambiar de sentido si la interlocución es con un hablante de otra latitud o, simplemente, puede no entenderse del todo por falta de contexto. Veamos los verbos para entender al mexicano.
A continuación, hemos reunido una serie de verbos muy mexicanos en los cuales la faena comunicativa podría llegar a complicarse para aquellos que no son de estas tierras. Muchos de estos verbos pueden tener otro tipo de connotaciones, algunas de carácter sexual y podrían hacerlo pasar más de una vergüenza.
Ahí viene la “A”:
- ablandarse. Disminuir o quitar el enojo, la fuerza, la decisión de alguien; hacer que se conmueva o se compadezca: «La iba a regañar por llegar tarde, pero se me ablandó el corazón cuando supe que la asaltaron en el camino».
- abrirse. Apartarse, irse de algún lado: «¡Ábrete, que estas cajas están muy pesadas».
- abrocharse. Causar alguien un daño a una persona: «El maestro se abrochó a todos los alumnos que no quisieron pagar por su calificación: los reprobó».
- acarrear. Trasladar personas a una manifestación política o a una votación. «El gobierno acarreó a miles en el Edomex para que votaran por el p…».
- acelerarse. Actuar una persona o un animal de un modo apresurado o nervioso por excesiva ansiedad o agitación. «Se aceleró nomás de saber que ya venía su jefe».
- aflojar. Producir diarrea: «La salsa de los tacos me aflojó la panza y llevo todo el día en el baño».
- ajustar. Completar determinada cantidad de dinero para un fin particular: «¡Híjole!, este mes no ajusto pa’ la renta».
- alivianarse. Relajarse, tranquilizarse: «¡Aliviánate!, mis papás llegan hasta mañana, podemos seguir con la pachanga».
- alzar. Poner en orden, hacer limpieza.: «¡Alza tu cuarto, si es que quieres salir!»
- amarrar. Comprometer a alguien, ligarlo moral o afectivamente con algo, de manera que se sienta obligado con ello:: «La méndiga se embarazó para amarrarlo».
- amolar. Perjudicar: «El nuevo acuerdo que hicieron nos vino a amolar a todos».
- andar. Tener dos personas una relación sentimental: «Desde septiembre del año pasado andan».
- arder. Causarle a alguien gran resentimiento algo, herirle en su amor propio: «Los del otro equipo se ardieron sólo porque el árbitro nos dio la anotación a nosotros».
- arrastrarse. Humillarse, actuar sin dignidad: «Fidelina sigue arrastrándose para que Ramiro la pele».
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Verbos con “B” de bueno:
- batallar. Trabajar o esforzarse mucho para vencer una dificultad: «Ando batallando con las correcciones que me encargó el asesor de tesis».
- botar. Finalizar una relación amorosa: «La botó sin importarle que ya le había dado el anillo».
- botarse. Reírse mucho sin poder contenerse: «Me boté de la risa cuando escuché cómo hablaba».
La “C” para el cierre:
- caer. Llegar o aparecer en algún sitio, sobre todo sin aviso o invitación: «Ya me iba a dormir pero me cayeron unos cuates a la casa».
- calar. Poner a prueba a una persona a o un objeto para medir sus capacidades o funcionalidad: «¡Revísele sin compromiso, va calado, va garantizado!».
- calentar. Producir enojo o molestia: «Se calentó nomás de ver que su novia estaba platicando con otros hombres».
- cargar. Preñar el macho a la hembra: «¿Ya te fijaste que esta perrita que adoptaste viene cargada?».
- chocar. Causar fastidio o molestia a alguien: «¡Me choca que le pongas pimienta a la carne!».
- ciscarse. Perturbarse, asustarse: «Quedó ciscado desde que le robaron su camioneta».
- clavarse. Robar: «¡Se clavó todos los libros que le presté!».
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