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Veniste(s), viniste(s)

En el español mexicano actual, el verbo venir tiene al menos cuatro maneras de expresarse: venistes, veniste, vinistes, viniste.
Veniste, viniste

En el español mexicano actual, la segunda persona del singular del pretérito de indicativo del verbo venir tiene al menos cuatro maneras de expresarse: venistes, veniste, vinistes, viniste. Y decimos «al menos», porque aún pervive la forma venites en algunas hablas rústicas del país, aunque dicha forma cae cada vez más en desuso.

Sin querer hacer referencia a lo correcto y lo incorrecto, sino a lo estándar en el español culto medio, las formas con –s—venistes, vinistes— son rechazadas en general por los hablantes, no sólo en el verbo venir sino en cualquier otro —jugastes, dormistes.

Veniste, viniste
Vía Pexels, Sam Lion

En la conjugación española, todas las segundas personas de los tiempos verbales terminan en –s—cantas, cantabas, cantarás, etcétera—, excepto precisamente el pretérito de indicativo —cantaste—. Todo esto permite suponer que, desde el latín vulgar, los hablantes trataban de igualarlos añadiéndoles una –s—cantastes—, de carácter analógico y no etimológico, es decir, buscaban regularizar el paradigma verbal.

En cuanto a veniste / viniste, en latín clásico la forma correspondiente era venisti, que debería haber producido en español veniste, pero intervino la analogía, es decir, la necesidad de igualar un sonido con el resto, y resultó la forma viniste. Aquí la analogía operó en razón de las formas del pretérito: en veni, la i larga final inflexiona —cierra en un grado— la e tónica, produciendo vine; vinimus produjo primero la forma viniemos y después vinimos; finalmente, venerunt dio vinieron. En resumen, estas tres personas con ivine, vinimos, vinieron—atrajeron las otras tres que tenían una e etimológica —veniste= viniste, veno = vino, venisteis = vinisteis— y hoy, según esta explicación histórica, la forma normal es con i en todas.

Esto, en el español mexicano, se respeta por lo general sólo en tres de las formas y en otras dos se usa la e. Así, aunque lo más común es conjugar el pretérito de venir de la siguiente manera: vine, veniste, vino, venimos, vinieron, con la obvia omisión de vinisteis—o venisteis—, que no se usa; no por ser más correcto, sino por ser más sistemático.

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