En el español mexicano actual, la segunda persona del singular del pretérito de indicativo del verbo venir tiene al menos cuatro maneras de expresarse: venistes, veniste, vinistes, viniste. Y decimos «al menos», porque aún pervive la forma venites en algunas hablas rústicas del país, aunque dicha forma cae cada vez más en desuso.
Sin querer hacer referencia a lo correcto y lo incorrecto, sino a lo estándar en el español culto medio, las formas con –s—venistes, vinistes— son rechazadas en general por los hablantes, no sólo en el verbo venir sino en cualquier otro —jugastes, dormistes.