¡Jamás se agota la Edad Media! En esta época, si se deseaba practicar un deporte no era por diversión ni por sana competencia. Las prioridades eran otras: obtener fama, riqueza y gloria o bien, sobrevivir al aburrimiento, lo cual requería de las agallas necesarias para salir bien librado y no acabar humillado… o mutilado. Le presentamos los 10 deportes más taquilleros del medioevo.
9. Justas
Participe en espectáculos públicos llenos de competitividad, destreza y fuerza, recompensados con honores y muchas monedas de oro por el riesgo físico que se corre. Este deporte es una válvula de escape a la necesidad de guerrear de los caballeros tras la caída del Imperio Bizantino; ahora que no hay con quién pelear, se ha puesto de moda. Es importante que considere sólo dos desenlaces: si gana se llevará la gloria, pero si pierde, en el mejor de los casos podrá ser humillado, a menos que todo empeore y regrese a casa sin un brazo o pierna, o bien, con una herida infectada.
8. Bowling
Considerado un deporte de «pueblerinos», aquí no hay nada sagrado ni establecido: la cantidad, peso y posicionamiento de los bolos —incluso de la bola— varían según el lugar donde la competencia se celebra. No pocas culturas se disputan su creación: los juguetes encontrados en una antigua tumba infantil señalan que en Egipto el juego se practicaba hace más de 5 mil años; mientras que los monjes alemanes del año 300 a.C. practicaban un juego similar con objetivos llamados kegels que representaban pecados y tentaciones.
6. Colf o golf
Todos en Inglaterra, dentro de clubes, en cementerios o en campos abiertos, practican este deporte con palos de madera, en el cual los jugadores golpean unas bolas hechas de ese mismo material para llevarlas a un destino previamente anunciado —un árbol o una estaca, por ejemplo—. El que dé la menor cantidad de golpes para acercar la bola al sitio indicado, obtendrá la victoria.
5. Tella
Para este deporte necesitará de mucha destreza, pues al igual que el resto de los competidores, deberá usted colocar dinero y otros objetos de valor junto a un poste —palet— para después lanzar una especie de disco —tella— hacia él. Póngase abusado porque todo aquello que se separe del poste mediante la tella que lance le pertenecerá.
4. La palma, juego de pelota o tenis
Existe desde tiempos antiguos y en distintas latitudes. En la Edad Media se practica desde el siglo XII en plazas y calles, ya que la construcción de locales cubiertos —al estilo de los frontones modernos— aún está en consideración. Deberá impulsar de forma frenética una pelota con la mano —desnuda o protegida por un guante— o con una pala o raqueta contra la pared. El ganador se llevará la gloria… y una mano hinchada.
3. Juego de ballesta
Quien practica este deporte se enfrenta a una prueba difícil que combina la fuerza física con la precisión y la destreza. Consiste en disparar, con un arco montado sobre una base recta, contra aves, animales y frutas colgadas de los árboles. A partir de que nos llegó la ballesta en el siglo XIII, en la celebración de concursos y otros eventos cotidianos de la clase noble este juego nunca falta.