Sólo cuando te enfrentas solo a la hazaña de explicar cuándo es que solo -¿o sólo?- lleva tilde, es que puedes descubrir que en realidad no es tan difícil encontrar la diferencia.
En principio, sólo y solo no tienen el mismo significado. Sólo con tilde se refiere a «solamente» o «únicamente». En cambio, solo puede significar «sin compañía» o «único»—refiere a soledad—, por lo que puede tener variaciones de género y número: sola, solos, solas.
Así, no es lo mismo que el amante le diga a su amada:
Yo solo bebo la infusión que de tu cuerpo emana.
que:
Yo sólo bebo la infusión que de tu cuerpo emana.
En el primer caso, el cortejador le está aclarando a la pretendida que él solito, sin ayuda de nadie, se bebe su esencia; en cambio, en la segunda, se palpa la entrega total del apasionado, pues le está diciendo que para él no existe otra más que ella, pues «solamente» bebe de su infusión, de ninguna otra más.
Ahora, hablando de un asunto más mundano, como por ejemplo, realizar un trabajo en equipo, es importante entender que no es lo mismo que nos digan que:
Joaquín solo hará los cuestionarios del proyecto.
a que nos aclaren que:
Joaquín sólo hará los cuestionarios del proyecto.
Si bien en la primera estamos seguros de que Joaquín no requerirá de nuestra ayuda para realizar los cuestionarios, en la segunda podemos preocuparnos, pues él «solamente» se dedicará a esta parte del proyecto y todo lo demás tendremos que hacerlo nosotros.
La palabra clave aquí es «solamente», es decir, si el sólo que se quiere emplear en la oración se puede sustituir por «solamente», porque ése es su sentido, lleva tilde; si no se puede reemplazar, entonces su significado se refiere a algo que es único o a alguien que está sin compañía y, definitivamente, nunca llevará acento escrito.
Nota: La Real Academia de la Lengua Española establece que sólo llevará acento únicamente cuando quien escribe perciba riesgo de ambigüedad en la interpretación—anfibología. Sin embargo, consideramos que esta regla, además de permitir un uso anárquico de las tildes diacríticas, hace aún más confusa su aplicación. ¡Otra vez la RAE y sus bemoles