adplus-dvertising

Sólo la casualidad nos habla

Sólo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje, buscamos un significado, pero no logramos encontrarlo.

Dice el gran Kundera, en su célebre novela La insoportable levedad del ser: «Sólo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje. Lo que ocurre necesariamente, lo esperado, lo que se repite todos los días es mudo. Sólo la casualidad nos habla. Tratamos de leer en ella como leen las gitanas las figuras formadas por el pocillo de café en el fondo de la taza». y tiene razón, en ésta como en muchas aseveraciones que hace a manera de reflexiones dentro de sus novelas.
Y es que muchas veces nos vemos bombardeados por casualidades y coincidencias, a las que les buscamos un significado que no hallamos casi nunca. Quizá su único sentido sea el de dotar a nuestras vidas de sorpresa, el de descubrir una estructura en el caos o pensar que hay algo más que nos contiene y nos entiende e in uso juega con nosotros como piezas de ajedrez.
No lo creo, pero el hecho es que el azar, el albur, el sino, el destino o «el eterno laberinto de los efectos y las causas» como lo llama Borges está siempre a la vuelta de la esquina, en la contratapa de un libro, en un meme por Whatsapp, en un olor, o al levantar una sábana o mover el asiento del coche.
Reencuentros con personas casi olvidadas, objetos hallados sin buscarlos —después de habernos cansado de hacerlo—, billetes de lotería con reintegro o una pelota que pasa la red, como Woody Allen, lo expresa en Match Point (2005): «Hay momentos en un partido en el que la bola golpea la parte superior de la red y, durante una fracción de segundo, puede avanzar o retroceder. Con un poco de suerte, va adelante, y tú ganas. O tal vez no, y tú pierdes». Perdiendo o ganando, el azar, la suerte, la casualidad o el fario están ahí, y nosotros le damos el significado que le queramos dar.
Y así en este dossier casual de Algarabía 178, se conjuntan: una película icónica de Scorsese, las emblemáticas Vegas, el set de fichas de juego, la mesa de ruleta, los microorganismos que nos gobiernan desde dentro; Paul Auster, el cazador de coincidencias; números de los juegos de azar; las supuestas coincidencias entre las muertes de Kennedy y Lincoln; la intuición y lo que dice Malcolm Gladwell al respecto, así como las supersticiones de los escritores para invocar a las musas.
Pero también tenemos una miscélanea extra que combina a Jesús Malverde con Ícaro; las rentas congeladas con el Hospicio Cabañas y las Misiones Apollo; así como una anécdota con todo y mentada de madre, tips para hablar como quieras pero escribir bien; palabrotas como vide/vido, sincretismo y marisabidilla, y un recuento de algunos godínez selectos de la literatura, entre ellos, obvio, el gran Bartlebly y su «preferiría no hacerlo».
Espero que usted «prefiera sí hacerlo», y lea este número de Algarabía, para reírse, divertirse y soprenderse, por gusto o por casualidad.

María del Pilar Montes de Oca Sicilia


Compra tu revista Algarabía 178 en Algarabía SHOPPE.

Compartir en:

Twitter
Facebook
LinkedIn
Email

Deja tu comentario

Suscríbete al Newsletter de la revista Algarabía para estar al tanto de las noticias y opiniones, además de la radio, TV, el cine y la tienda.

Las más leídas en Algarabía

Scroll to Top