Elisabeth Amalie Eugenie von Wittelsbach —su verdadero nombre—, hija del duque de Baviera, tuvo una infancia simple y feliz en el campo, rodeada de sus padres y sus siete hermanos.
Cuando tenía 15 años, el emperador Francisco José de Austria, de 23, visitó su hogar para conocer a la hermana mayor de Isabel, Elena, con quien se había dispuesto que contrajera matrimonio. Pero al conocerla, el emperador se prendó de Isabel, a quien desposó al año siguiente.
Emperatriz Sissi. Isabel, a quien de cariño llamaban «Sissi», fue emperatriz de Austria durante 45 años. Era muy culta, apasionada de Shakespeare y Heine, y hablaba varios idiomas; durante su reinado viajó a diversas partes de Europa. Se dice que era depresiva y anoréxica —medía 1.72 metros y nunca sobrepasó los 50 kilos de peso y los 40 centímetros de cintura—. Vivía temerosa de la locura que habían padecido varios miembros de su familia, y del envejecimiento, por lo que se ejercitaba en forma desmedida, y desde los 35 años cubrió con velos su bella cara a fin de que nadie notara el paso de los años en su piel. Tuvo cuatro hijos; el único varón se suicidó a los 30 años. Promovió la soberanía de Hungría, y gracias a ello su marido fue proclamado emperador de este país. Murió asesinada por un anarquista italiano, quien le clavó un estilete en el corazón. Tenía 60 años.
El negocio «Sissi». Después de su muerte, la emperatriz liberal, intelectual y viajera se convirtió en un producto turístico. Se hicieron tres películas, protagonizadas por la actriz alemana Romy Schneider, en las que la vida de «Sissi» se presenta como un cuento de hadas. A éstas siguió una serie de libros infantiles del mismo corte idealista, cintas para tv y un musical en teatro. El palacio donde vivió en Viena tiene un museo dedicado a ella.
