Los mares y costas de México representan una parte fundamental del territorio nacional para la seguridad, la soberanía y el desarrollo sustentable del país. De las 32 entidades federativas que conforman la República Mexicana, 17 tienen apertura al mar y representan el 56% del territorio nacional.
Zonas afectadas
Estas regiones poseen una gran riqueza natural que debe ser conservada y gestionada debido a los altos grados de contaminación que actualmente hay en el océano.
El 20% de la contaminación tienen su origen en actividades propias de las zonas marítimas,
provenientes de buques mercantes, navales, pesqueros y de investigación, transbordadores y cruceros, plataformas petroleras y redes de pesca abandonadas o extraviadas en el mar.
Una región contaminada
«Cada año más de 12 millones de toneladas de basura son arrojadas a los océanos, como consecuencia 100 mil animales marinos mueren durante ese periodo.»
Una de las especies más amenazadas son las tortugas, debido a que confunden, con frecuencia, los plásticos con medusas, su alimento natural.
Otros efectos de la contaminación marina son la muerte y falla en el sistema reproductivo de los animales acuáticos; interrupción de la cadena alimenticia —generando repercusiones en la salud humana—; destrucción en los ecosistemas, y floración de algas, ocasionando la muerte de la flora y la fauna acuáticas.
El basurero del mundo
Es importante señalar que los océanos se están convirtiendo en los grandes basureros del mundo. Se calcula que en el mar están acumulados 50 mil millones de microplásticos.
«De no modificar nuestros hábitos de consumo y de continuar contaminando a este ritmo tan acelerado, para 2050 los ecosistemas marinos tendrán más plásticos que peces.»
Lo cual es alarmante porque aproximadamente 99% de las aves marinas y los peces habrán ingerido algún plástico, esto afecta nuestra salud porque nos alimentamos con esos animales.
Pero nosotros podemos evitarlo, por nuestros mares limpios ¡sin plástico está bien!