A veces para bien, a veces para mal; en ocasiones tratamos de explicarlo y reflexionamos hasta el cansancio.
La intención del doctor Alfonso García y el artista plástico Alex Lazard, con su obra Risas pero en serio, es pensar en aquellas circunstancias engorrosas con una sátira inteligente y el arte del grabado. El libro contiene 35 sátiras de temas con los que se tiene contacto sí o sí: fast food, Donald Trump, maternidad, política mexicana, isis, limosneros y mucho más.
Además, los grabados de Lazard son el complemento ideal de las letras de su padre.
No son simples ilustraciones, son obras surrealistas que aluden al imaginario colectivo de los mexicanos. Busca llegar a lo profundo de las emociones «subliminales» que por lo regular son los sentimientos y padecimientos del lector.
Amor en el andén
Muchas preguntas y reflexiones pasan por nuestra mente cuando tomamos una decisión inmediata. Incluso, después de solucionarlo, nos preguntamos qué tan acertada fue nuestra respuesta. El autor congela esos pensamientos en una de sus sátiras, «Amor en el andén», una historia con la que explica por qué sientes amor al regalar dinero por solidaridad.
Fernando Savater, filósofo y novelista español, es el protagonista.
Un joven se acerca angustiado a pedirle dinero, le explica que tiene una cita impostergable pero perdió su cartera con todo su dinero. Le ofrece un reloj en prenda. Fernando duda ante la sorpresa hasta que decide prestarle 15 mil pesetas.
El primer nivel por el que solemos pasar es: «¿Qué tan lógico es lo que me proponen?» A lo que el sentido común responde: «¡La historia suena sospechosa!».
El chaval nunca le pagó, pero Fernando nunca se enojó. Sabía que pudo cuestionarlo aún más, y no lo hizo, porque sintió simpatía por el muchacho. De igual forma, ese dinero lo hubiera gastado en carreras de caballos.
Además, «regaló amor». Para Octavio Paz el amor es «la apuesta insensata por la felicidad del otro». Así lo quiso Fernando para aquel joven de tez oscura.
La sátira es la composición literaria que critica las costumbres y vicios. Es una manera amena de hablar de temas serios sin caer en el desaliento, por el contrario, fomenta la esperanza. Risa inteligente, con provecho; ¡ríete pero en serio!
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