Revista 198

El número que usted tiene en sus manos, querido lector, lo hicimos con el mismo esmero y cariño de siempre, pero —cosa rara— con todo el tiempo del mundo… O, al menos, con un año entero de holgura.
Entre tantas cosas estropeadas y dislocadas por la pandemia, se retrasó más de un año el estreno de la esperada No Time to Die, la cinta más reciente y la 25ª. de la franquicia del Agente 007. Y, con él, la publicación de esta edición, que quisimos dedicar a James Bond, a sus fans y al fenómeno del espionaje en general. Porque nos gusta el universo Bond, porque nos gusta el chisme y hasta el voyeur —el tipo de espionaje del que somos capaces los simples mortales que editamos esta humilde revista— y porque hasta quienes no son fans ni conoce￾dores de la franquicia 007 han de aceptar su relevancia cultural: no hace falta haberse chutado las 25 películas para saber que un apuesto británico en esmoquin que bebe martinis, seduce supermodelos, conduce un Aston Martin y asesina a diestra y siniestra sin despeinarse se llama: Bond, James Bond.