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Keiko

A mediados de 1985, el parque acuático Marineland vende por 350,000 dólares, al entonces Reino Aventura, una orca que después se convertiría en la más famosa del mundo: Keiko

A mediados de 1985, el parque acuático Marineland vende por 350 000 dólares, al entonces Reino Aventura, una orca que después se convertiría en la más famosa del mundo: Keiko
En 1979, nace en el océano Atlántico una orca que un par de años más tarde fue capturada, nombrada Siggi Bent Fin y vendida por 50 000 dólares a un acuario en Islandia. Ahí fue nombrada Kago, que significa «niñito» en islandés. Poco tiempo después fue vendida al parque Marineland, en Ontario, Canadá, donde fue puesta en una gran pecera y rara vez expuesta al público.
Al llegar a México, los directores del parque temático decidieron cambiar el nombre a la ballena, pues su similitud con una palabra del argot mexicano podía dar origen a un mal uso. Así, fue bautizada como Keiko, que en japonés significa «afortunado».

La estrella del espectáculo

Cuando Keiko tenía siete años de edad, era el centro de atención de todos los mexicanos. Realizaba cinco espectáculos diarios y vivía en el estanque de los delfines, imitaba sus sonidos y, además, las sirenas de las patrullas.
Para 1992, Keiko era demasiado grande para vivir en el estanque, lo cual le generaba problemas de salud. Comenzaron entonces las negociaciones con el parque estadounidense Sea World, mismas que no llegaron a buen término. Sin embargo, en ese año llega el momento de su estrellato, pues es «contratada» para estelarizar la película Free WillyLiberen a Willy–.
El filme fue un rotundo éxito en todo el mundo, especialmente para el público infantil. Al final de la cinta aparece un número telefónico para que las personas llamen y apoyen la causa de salvar a las ballenas. Cuál no sería la sorpresa que más de 300 000 personas llamaron para pedir, explícitamente, que liberaran a Keiko.

La película hecha realidad

Para entonces, la querida Siggi Bent Fin, Kago, Keiko o Willy, estaba muy enferma, su sistema inmunológico era muy malo, tenía lesiones en la piel y sus músculos muy débiles, a tal grado que su aleta superior ya no estaba erguida, por lo que se habla de la posibilidad de que la ballena sea liberada.
Así, el 1 de septiembre de 1993, el director del Acuario de Vancouver, manda un correo diciendo: «Todas las instituciones que ayudan a las orcas en América del Norte se han comprometido a trabajar juntas para resolver el problema de proporcionar de inmediato mejores condiciones para Keiko…». La situación era tan apremiante, que incluso el cantante de pop, Michael Jackson, intenta comprar la ballena para llevarla a su rancho en California, lo cual no sucede. Un año después, el parque Reino Aventura recibe alrededor de 100 cartas diarias en donde se pide la liberación de Keiko.

El Keiko Express

Por fin, la madrugada del 7 de enero de 1996, más de 27 000 personas resguardaban una piscina vacía, alrededor de 100 000 personas hacían valla desde Reino Aventura hasta el Aeropuerto Internacional Benito Juárez y se agolpaban en los puentes peatonales para despedirse de Keiko, quien fue empaquetada en una caja de ups con agua y hielo y una etiqueta engomada con la leyenda «this side up».
Después de un vuelo de 20 horas, la orca llegó a Oregon y fue colocada en su nueva piscina de hormigón, con capacidad para 2 000 000 galones y, lo mejor, agua salada. Después de 14 años, Keiko volvió a sentir verdadera agua de mar.
No obstante, el cautiverio de Keiko la convirtió en un animal que no sabe qué hacer con pescados vivos; de hecho, los primeros que atrapó los llevó de regreso a la persona que se encargaba de rehabilitarla. El 9 de septiembre de 1998, 546 periodistas dieron cobertura al traslado de Keiko desde Newport, ee.uu. hacia Vestmannaeyjar, Islandia. En el viaje, que duró ocho horas, se puede observar a una ballena más gorda y sana.
La nueva piscina en la que es depositada está a un costado del mar y los cuidadores sólo esperan a que la orca se ambiente para, en el momento justo, soltarla a mar abierto.

En camino a la libertad

El 3 de marzo de 2000 se abre una puerta que da al mar y se invita a Keiko a explorar la bahía, así consigue su primera probada de libertad. Para julio del mismo año ya se alimenta de peces vivos y trata de acercarse a una manada de orcas, pero no es bien aceptada. Para 2001 la orca sigue regresando a la piscina para buscar la interacción con humanos. Dos años después de acompañarlo a mar abierto y de regresar con él, un 30 de julio de 2002, Keiko se reúne con un grupo de orcas salvajes y se va con ellas, pero no se sabe a ciencia cierta si logró acoplarse a su manada.
Medio año después se instaló en las costas de Noruega y más tarde fue conducida a la bahía Taknes. Ahí, el 12 de diciembre del 2003, murió repentinamente por una neumonía. No obstante, vive en el corazón de miles de personas que disfrutaron su espectáculo en el parque acuático y su debut en el cine.

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