Hace más de 15 años se lanzó la nave rusa de carga Progress 53, con el objetivo principal de transportar suministros para la tripulación de la Estación Espacial Internacional –modular de estación espacial en órbita terrestre baja– encargados de realizar investigaciones científicas. Sin embargo, su deceso no sucedió como se esperaba.
La conquista por el espacio fue uno de los temas de mayor interés y relevancia en los tiempos de la Guerra Fría, por lo que, se lanzaron cientos de toneladas de cohetes, naves, y satélites al espacio exterior: con la finalidad de ganar su conquista. Pero nadie pensó en el peligro que estos artefactos causarían a la superficie terrestre al no lograr sus misiones.
Un ejemplo de ello ocurrió en 2005 con la nave de carga Progress 53, la cual tuvo un fatídico desprendimiento en la Tierra.
¿Cómo sucedió el desprendimiento?
El Progress 53 despegó a las 00:41:31 UTC (Universal Time Coordinated) el 19 de junio de 2005. El cosmonauta Sergei Krikalev fue el encargado de controlarlo, sin embargo, un corte de energía en una de las estaciones de control en la tierra dejó inconclusa la misión.
Por más de 80 días el Progress 53 se mantuvo detenido hasta el 8 de septiembre de 2005, cuando emprendió su camino a la Tierra, pero al entrar en la atmosfera se desintegró con más de una tonelada de desechos, los cuales se hundieron en el océano Pacifico.
¿Qué pasó con los restos de basura del Progress 53?
Aproximadamente a las 14:12:40 UTC los restos del Progresss 53 se desplomaron en el mar a 5 mil 700 kilómetros al este de Nueva Zelanda. La portavoz de la central del vuelo, Valeri Lyndin, mencionó a la agencia Interfax, que la basura espacial no ocasiona un daño al medio ambiente, por lo que, los desechos no tendrían consecuencias en el futuro.
Una investigación realizada por la Agencia Espacial Europea, menciona que la mayor parte de la basura espacial que logra entrar en la atmosfera se destruye por el calor, pero si los fragmentos de mayor tamaño alcanzan la superficie terrestre: sí causan daños graves a considerar.
Hasta la fecha no se sabe qué pasó con los restos de la nave rusa. Se desconoce si causó algún daño o solamente fueron restos que se consumieron en el océano.