¿Por qué nos gusta tanto el sexo? I Prehistoria

Este libro, perteneciente a una colección de siete volúmenes, nos adentra a una película del sexo en la prehistoria, de lo que la naturaleza nos obligó a adoptar durante miles de años, hasta llegar a lo que somos: hombres y mujeres de conducta sexual que coqueteamos, nos enamoramos, nos casamos, nos reproducimos, nos engañamos y nos volvemos a enamorar, hasta que la vejez o la tumba les marcan el alto a nuestros actos.
En esta primera entrega ofrecemos al lector datos muy interesantes sobre la sexualidad durante esta época:
– La prehistoria es el periodo que va desde la aparición del Homo sapiens hasta la invención de la agricultura y, más específicamente, de la escritura.
– La urgencia por tener sexo está en nosotros porque descendemos, todos, de gente que tenía esa misma urgencia.

– Según los antropólogos, la cena romántica tiene sus orígenes en la prehistoria. Dar una «ofrenda» alimenticia a la mujer tiene por objeto nutrirla antes del sexo.
– La conducta sexual «real» del ser humano tiene más en común con la del bonobo que con la de cualquier otra especie.
– El ciclo menstrual —de 28 días— es un fenómeno moderno. Debido a la prolongada lactancia, las mujeres prehistóricas ovulaban unas 150 veces en toda su vida.

– Entre los aché de Paraguay, cuando un hombre y una mujer duermen en la misma casa, quedan casados. Si uno de ellos se lleva su hamaca a otra choza, quedan divorciados.
– Para el Homo sapiens, la familia nuclear es la excepción y no la regla.


Tomado del libro ¿Por qué nos gusta tanto el sexo? I Prehistoria, colección Trivium; Editorial Lectorum y Editorial Otras Inquisiciones: México, 2014.