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Mis pasos por Barcelona 4

Malusa Gómez @marylightg
Mis pasos por Barcelona 4

Cuando llegas nueva aun lugar por más esfuerzos que hagas, no puedes dejar de ser y parecer un turista. Vas despistado por la calle con el celular en la mano para ver la ruta, o con el mapa si es que perteneces a la generación no digital.

Te equivocas en el sentido al tomar el metro y vas con tu bolsa, mochila o faltriquera agarrada como si llevaras ahí todo el dinero que has reunido para el retiro, según tú para ir más seguro y tranquilo, sin darte cuenta de que lo único que haces es llamar la atención de los carteristas que buscan justamente eso: un turista despistados y medio perdido.

Con la comida pasa algo parecido, tiendes a buscar lugares para comer en las zonas más famosas, o vas a las recomendaciones que trajiste de tus amigos viajeros que siempre quieren organizarte el viaje igual al de ellos, porque les salió todo muy bien. Y resulta que después de unos días te das cuenta de que, casi siempre, estás comiendo caro, mal y super engordador. 

Y si tu idea es quedarte un tiempo largo, el pretexto de: “sí se come mucho, pero también se camina un montón” no se ve para nada reflejado en tu peso ni en tu ropa, así que está claro que tienes que tomar cartas en el asunto y cambiar tus hábitos alimenticios.

Lo ideal sería comer en la casa en la que te estás quedando, pero como tampoco se trata de sufrir, resulta que existen dos modalidades muy ricas, variadas y a buenos precios. Puedes comer el menú del día, que sería un poco como las comidas corridas en México, o los platos combinados.

Mis pasos por Barcelona 4
Imagen: Malusa Gómez

Los platos combinados son un poco más gordos, pues casi todos incluyen huevo estrellado —a la hora de la comida, raro ¿verdad?— y papas a la francesa, así que esos no pueden ser de todos los días. Están compuestos de carne, salchichas, tocino, ensalada, arroz, alubias y cosas así todas en un solo plato. Estos no incluyen bebida, me queda claro que son más para turistas o para los locales que un día van con prisa y salen de una sentada del engorroso trámite que es comer.

Te los puedes encontrar desde 8 euros hasta —ya muy caros— 13, es decir entre unos 180 o 250 pesos mexicanos, que para comida corrida es muy caro, pero no hay que olvidar que cuando sales de viajes el dicho dice que “el que convierte no se divierte” y pues algo hay que comer.

Por eso yo aconsejo más el menú del día, este lo ofrecen casi todos los restaurantes que también venden a la carta. La ventaja es que se trata de comidas más completas de dos tiempos, y además incluyen: bebida, pan, postre y café. Aunque sé que también pueden pedir medio menú. Estas maravillas cambian mucho de precios según la zona, los más baratos que yo he encontrado son de 9 euros y los más caros de 15, pero cabe mencionar que sirven muchísimo, así que para mí es buen negocio pues como siempre termino pidiendo que me pongan algo para llevar, a ese precio como dos días.

En los menús del día te dan a elegir siempre entre tres cosas para cada tiempo. Por ejemplo, de primero sopa de pasta, lentejas, ensalada de lechuga con bonito; de segundo siempre hay opción de carne a la plancha con papas a la francesa, arroz cubano – que es un arroz con huevo frito y salsa roja, que la verdad no me suena nada cubano, pero así le dicen- y algún guiso a base de carne y papas ¡Ah como les gustan las papas por estos rumbos! 

En Barcelona todos los jueves además de los platos de siempre, se sirve paella, nadie me ha sabido decir de dónde viene esa tradición.

Mis pasos por Barcelona 4
vía Pixabay

Otra opción son los supermercados y  los mercados que venden comida ya preparada para llevar, y no está mal de precio. Y como en todos lados, aquí también todo el tiempo se ven repartidores en bicicleta o patinetas eléctricas con su mochila repartiendo comida, a eso le dicen pedir un “Glovo”, y básicamente porque es la empresa líder en el mercado.

Esta vez no hay mucha historia, pero como para mí comer es una actividad esencial, no podía dejar de contar cómo le hago y qué recomiendo hacer si su presupuesto no es muy holgado, pero quieren comer rico. Si vienen con mucha lana, no escatimen que la oferta culinaria de este lugar no tiene desperdicio.

También encuéntrala en TW: @marylightg

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