Los creyentes pueden simplemente evocar a los santos en sus oraciones, o bien, se dedican a la práctica de mandas, juramentos y otras promesas, que tienen la finalidad de obtener a cambio un bien, como recobrar la salud, conseguir un buen empleo o encontrar pareja. Estas prácticas son aceptadas por la Iglesia católica como formas de «religiosidad popular»1 —pero aclara que son un «reduccionismo de la fe a un mero contrato en la relación con Dios».
Algunos ejemplos de los santos más socorridos son:
- San Judas Tadeo. Es el patrón de las causas difíciles y desesperadas. Una creencia popular es que este santo «concede una gracia, pero quita dos».
- San Antonio de Padua. Casamentero. Encuentra pareja si se le pone de cabeza.
- San Ramón Nonato. Se le ofrendan candados para detener chismes, habladurías e intrigas.
- San Donato y San Pafnuncio. Encuentran artículos desaparecidos.
- Santa Rita. Para salir bien librado de un examen.
- San Martín Caballero. Para encontrar empleo y bendecir un negocio.
- San Charbel. Intercesor para encontrar trabajo y recuperar la salud. Patrón de cuantos «sufren en cuerpo y alma».
- San Roque. Protector de las mascotas. Defiende de las plagas, las acusaciones falsas y las enfermedades epidémicas.
- San Martín de Porres. Patrono de la paz universal y la intercesión de los animales.
Además, muchos santos tienen devotos de acuerdo a las profesiones u oficios de quienes les profesan fe, como:
- Santa Cecilia. Patrona de los músicos.
- San Cosme y Damián. Patronos de los médicos.
Muchas de las solicitudes de favores a los santos se acompañan además de ingeniosas oraciones, como las siguientes:
-Para San Roque, protector de las mascotas: «San Roquito, San Roquito, protege a este perrito.»
-Para recobrar un objeto extraviado: «Santa María del monte prusiano, que venga [se inserta aquí el objeto perdido] a mi mano».
En la sección de comentarios comparte con nosotros: ¿Qué otros santos y oraciones dedicadas a ellos conoces?
Para conocer más del tema, lee el artículo «Mandas, juramentos y otros trueques de fe» de Igor Übelgot en Algarabía 95.
1. En un documento publicado por el Consejo Episcopal Latinoamericano de Puebla se lee: «Por religión del pueblo, religiosidad popular o piedad popular, entendemos el conjunto de hondas creencias selladas por Dios, de las actitudes básicas que de esas convicciones derivan y las expresiones que las manifiestan. […] Es un catolicismo popular».