El término latino culum/culusno tiene nada que ver con la voz culo, del mismo origen, pero que se refiere a la parte final de la espalda, que comparte raíz con coño y también con cutis.
En cambio, como sufijo, -culus —posteriormente culo— significa pequeño o reducido y se utiliza para formar diminutivos. He aquí algunas palabras que designan cosas mínimas y que —valga la redundancia— llevan el culo al final .
corpúsculo
La raíz latina de esta palabra es corpus, ‘cuerpo’, y al añadirle el sufijo –culose construye el diminutivo ‘cuerpo pequeño’. se les llama corpúsculos a las estructuras pequeñas en las que se establecen relaciones complejas, por ejemplo las células o las moléculas.
Durante mucho tiempo se les llamó corpúsculos a las partículas elementales de la materia: protones, neutrones y electrones.
Es tan, pero tan bajito que lo apodan el corpúsculo.
crepúsculo
Se refiere a la breve transición entre el día y la noche. En su Historia Natural, Plinio «el Viejo» lo describe como el momento de claridad celeste que ocurre entre el ocultamiento del sol y la caída de la noche. Esta palabra se forma con la unión del latín creper, ‘oscuro, dudoso’ y el sufijo -culo, es decir, ‘la pequeña oscuridad’, pero también el momento donde las dudas se apartan o disminuyen.
Los colores del cielo durante el crepúsculo son realmente extraordinarios.
opúsculo
De la conjunción de la palabra latina opus, ‘obra’, y el sufijo -culo se obtiene esta palabra que designa a las obras o tratados, generalmente científicos, cuya extensión es muy breve o somera. Un opúsculo sobre algún tema es apenas un esbozo con fines didácticos y sin la intención de profundizar en el mismo; comúnmente se utilizan en tareas de divulgación científica.
Toño leyó un opúsculo sobre mecánica cuántica y ya se cree físico.