Su voz era privilegiada, y su don para la interpretación inspiró con profunda sensibilidad poética a generaciones de cubanos y latinoamericanos.
Semilla del filin
Pablo Milanés Arias nació un 24 de febrero de 1943 en Bayamo, Cuba. Su estilo y trayectoria musical lo llevaron a ser considerado uno de los fundadores indiscutibles de la nueva trova , y que todo comenzó con el filin cubano, el género musical influenciado por el jazz norteamericano, que definió la manera de componer y de interpretar con un vínculo indisoluble a la emoción y el sentimiento.
Los orígenes musicales de Pablo Milanés se remontan a su infancia, de acuerdo con la semblanza de su página oficial, cuando desde Bayamo comenzó a cantar como aficionado en la radio, y es ahí donde ganó un concurso de canción en la radio CMXK de esa localidad, cuando tenía sólo seis años de edad, y lo hizo cantando un corrido mexicano: «Juan Charrasqueado».
«Soy un sufridor nato del amor»
El joven Pablo estudió en el Conservatorio Municipal de La Habana, sin embargo, afirman que realmente fueron los músicos de la calle, de su barrio y los cafés que frecuentaba, quienes lo nutrieron de una mayor diversidad y riqueza sonora. Siguió participando en programas de radio, e incursionó también en la televisión, así en 1956 participó en el programa «Estrellas Nacientes», en el cual demostró su excelente capacidad musical.
Además de sus referencias cubanas como el filin o la música tradicional, Pablo Milanés también recibió una poderosa influencia de músicas como la norteamericana y la brasileña. A comienzos de los años sesenta inició su carrera profesional en varios grupos vocales como el trío Los Armónicos o el conjunto Sensación, aunque realmente donde tuvo un papel protagónico fue con el Cuarteto del Rey. En esos años claves de su carrera también contó con la contribución de un gran maestro, el músico cubano Luis Carbonell, quien lo introdujo al mundo de la música barroca, que tanta influencia tuvo también en sus composiciones.
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En 1968, Pablo Milanés ofreció su primer concierto con Silvio Rodríguez en La Casa de las Américas, un evento que se consideraría como la primera muestra de movimiento musical popular: la Nueva trova. Y en 1975 grabó su primer disco «Versos sencillos», en el que musicalizó los poemas de José Martí.
Legado de libertad
Este 21 de noviembre de 2022, el cantautor cubano murió a los 79 años en Madrid, España, donde se encontraba hospitalizado por una serie de infecciones recurrentes que en los últimos tres meses habían deteriorado su estado de salud, y que se sumaron al cáncer que enfrentaba desde varios años atrás.
Su legado musical va del son cubano, la canción de protesta y la trova, con numerosos colaboraciones como Fito Páez, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Carlos Varela, Víctor Manuel, entre otros. Esa Nueva trova cubana que le cantó a la Revolución.
Y al amor le cantó con sus propias letras, y apoyado también del pasional estilo bolero. Le escribió a su país —«Amo esta isla», «No vivo en una sociedad perfecta»—, aunque también en su momento explicó que fue enviado a un campo de trabajo forzado por el gobierno de su país, para su «reeducación ideológica».
Pablo Milanés «es la memoria emocional de muchas épocas y millones de personas. La voz que, por lo menos en algún momento, nos recuerda que soñar es un buen antídoto contra la desesperanza y frente a los hechos menos deseados», señalaron apenas hace un año, tras la publicación de más de 100 canciones en formato digital, de distintas épocas del compositor cubano
Fuente: milanespablo.com. «Bio»
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