«Mucha mierda»

Esta expresión, ahora vinculada al medio del espectáculo, tiene dos posibles orígenes, ambos surgidos del teatro. La primera sugiere que, en la Edad Media, los artistas viajaban de plaza en plaza buscando dónde hacer sus presentaciones.
Antes de entrar a un pueblo o ciudad, se fijaban en cuánto estiércol había en los caminos y en sus entradas: si encontraban mucha, eso era una señal de que habían llegado justo al día de mercadeo o había un festejo relevante y tenían mayores posibilidades de recaudar dinero. Otra versión sugiere que la expresión se acuñó entre los siglos xvi y xvii —la llamada Época de Oro del teatro en Europa—, cuando sólo la gente pudiente acudía a ver las obras en carrozas tiradas por caballos: cuanto más público llegara, más mierda de los cuadrúpedos había en las entradas de los teatros.

Sea cual sea el origen, la frase sirve para «desear la mejor suerte» a quien se presente en una obra, al grado de que decir cualquier otra cosa —así sean los mejores deseos— es considerado «de mala suerte».
Para conocer más sobre ésta y otras expresiones, consulta el número 157 de Algarabía.