Es un mito de origen céltico, tal vez con algunos influjos orientales, que impresiona a su público por su tremenda fuerza pasional y se constituye en el paradigma de la fuerza trágica del amor fatal, de un amor sin barreras ni normas corteses, que arrastra a los amantes a desafiar al mundo entero y que culmina en la destrucción de ambos. La historia de Tristán e Isolda, se ha mantenido vigente a través de los siglos, gracias a su desgarradora emotividad y belleza, ¡Conócela!
Como se trata de una leyenda muy famosa, resumiré lo esencial en pocas líneas. Tristán va a Irlanda a conquistar la mano de Isolda para su tío y soberano, el rey Marc Cornualles. En la travesía entre Irlanda y Gales, Isolda y Tristán beben el filtro del amor. Ese filtro mágico, preparado por la madre de la princesa, se lo sirve por error la fiel sirvienta Brengaines y los ligará por siempre. Isolda se convierte en la esposa del rey Marc, pero su pasión por Tristán es invencible. Ambos amantes huyen al bosque.
El rey los encuentra dormidos y recobra a Isolda. Acusada de adulterio, la bella reina sale airosa de un juicio entrampado. Tristán se casa con otra princesa del mismo nombre: Isolda de las Blancas Manos. Pero no consuma su matrimonio, leal a su amor único. Todo remedio es vano. Tristán enferma y en su agonía manda llamar a su amada. Expira ya cuando apenas llega Isolda, y ella, con el corazón roto de dolor, muere sobre él. De las dos tumbas surgirán dos rosales que entrelazan sus ramas para siempre.