El Millennium Park —o Parque del Milenio— se encuentra entre las avenidas más importantes de toda la ciudad: Michigan y Columbus Drive, y las calles Randolph y Monroe. Forma parte del Grant Park, un extenso parque urbano cuyo trazo fue contemplado en 1847. Originalmente, el terreno donde se halla el Millennium Park pertenecía a la compañía ferroviaria de Illinois; de hecho, sus talleres centrales se encontraban ahí desde 1850.
Hacia 1917, un grupo de ciudadanos se propuso la creación de un parque mucho más ambicioso, con las condiciones necesarias para cultivar algunas prácticas al aire libre y muestras de arte. Sin embargo, el Grant Park no dejó de mantener un incómodo defecto: una fábrica en medio de árboles y senderos.
En 1977, organizaciones civiles se dieron a la tarea de convencer al gobierno y a las empresas privadas de convertir el Grant Park en un centro con áreas dedicadas al arte y la recreación. Lo lograron parcialmente, pues se inauguró el anfiteatro Perillo Music Shell; sin embargo, en 1997 la alcaldía de la ciudad se decidió de una vez por todas a darle a Chicago un parque a la altura de su importancia, por lo que convocaron a artistas y urbanistas para desarrollar un complejo arquitectónico en el que se pudieran realizar conciertos u organizar picnics al aire libre. Finalmente, tras años de estudiar proyectos, en el 2004 el Millennium Park fue inaugurado.
Lo que le contiene
Además de una vista insuperable del lago Michigan, en el Millennium Park está instalada una larga mesa de 30 metros, la Running Table, realizada con materiales reciclables por el artista Dan Peterman; en el Jay Pritzker Pavillion, un auditorio al aire libre creado por el arquitecto Frank Gehry, once mil personas pueden disfrutar de un concierto de jazz; además, el parque tiene también un famoso restaurante, el Park Grill. Pero, sin duda, las dos atracciones más populares de todo el parque son el Cloud Gate, mejor conocido como The Bean —o ‘El frijol’—, una impactante obra de la artista conceptual Anish Kapoor, inaugurada en el 2006, y que andando el tiempo se ha convertido en la obra urbana más icónica de Chicago; y la Crown Fountain, que exhibe el rostro de los visitantes del Millennium Park a través de grandes pantallas.