Si alguien vivió en cuerpo y mente el feminismo antes de que esta palabra existiera, fue la inglesa Mary Wollstonecraft. Nació en 1759, de un padre que se ponía violento cuando se emborrachaba, maltratando a su esposa. La vocación intelectual surgió en Mary desde que era niña y se afirmó al convertirse en una jovencita.
«Si la mujer no está preparada, mediante la educación, para convertirse en compañera del hombre, será ella quien frenará el progreso del saber y de la virtud.»
Mary Wollstonecraft, Vindicación de los derechos de la mujer.
Luego de trabajar como institutriz, costurera y maestra decidió, a los 27 años, vivir de su carrera de escritora. Y lo logró, haciendo traducciones y reseñas. Sus escritos más famosos están dedicados a la mujer. Su obra más conocida es Vindicación de los derechos de la mujer (1792), cuyo principal objetivo es afirmar que la mujer debe recibir una educación igual a la del hombre para que pueda ejercer su poder sobre sí misma y no padezca la inferioridad que le imponen los convencionalismos sociales.
Wollstonecraft viajó a París en 1792, ahí se enamoró y tuvo una hija de un hombre que no quiso casarse con ella. Regresó a Inglaterra y en 1797 contrajo matrimonio —embarazada nuevamente— con el escritor William Godwin; vivieron en casas vecinas, para que cada quien tuviera su espacio de trabajo. El 10 de septiembre de ese mismo año, Wollstonecraft murió de parto, tras dar a luz a una niña que al pasar de los años se convertiría en Mary W. Shelley, la autora de la famosa novela Frankenstein o el moderno Prometeo.
Para enterarte de las vidas de otras «mujeres que saben latín», o sea, que con su intelecto y acciones hicieron grandes aportes al universo feminista, no dejes de leer Algarabía tópicos 3, Mujeres: sexismo y liberación.
