Como estafadores hay en todas las épocas, presentamos una historia muy, muy reciente: en Roma, la Guardia Suiza fue burlada por un australiano que se logró colar a la Congregación General del Colegio Cardenalicio.
Falso cardenal
Ralph Napierski es, en realidad, un hacker que se mofa de los rituales católicos y que critica duramente acciones que han ocurrido dentro de esta Iglesia, como la pederastia.
Pero, como eso nadie lo sabía, el hombre logró burlar el primer control de seguridad y entrar a una de las aulas; sin embargo, ya cuando pretendía acceder al Aula Pablo vi, la gendarmería vaticana lo detuvo.
¿Cómo supo que era un falso cardenal? La sotana le quedaba demasiado corta y se le veían los tenis negros, llevaba un gran anillo de bisutería, el fajín de la cintura era distinto al de todos los demás cardenales, llevaba colgada en el cuello una cruz demasiado grande y, en lugar de casquete, usaba un sombrero de fieltro.
Napierski fue expulsado del recinto, pero antes logró saludar y tomarse fotos con algunos de los cardenales que participarían en el cónclave.
