Las mujeres nos embarazamos, los órganos sexuales femeninos son los receptores, tenemos esa carga, eso es cierto en el caso de la mayoría de las especies del planeta, ya que 90% se reproduce por vía sexual. Pero ¿a qué se debe que nos reproduzcamos de esa manera? Conoce los orígenes de la sexualidad…
Remontémonos a los organismos primitivos. Un organismo totalmente asexuado —que se reproduce por mitosis— será genéticamente idéntico a su —único— progenitor, excepto por algunas mutaciones ocasionales. Por ello, el desarrollo de cualquier nueva adaptación requiere, en su caso, de una larga serie de generaciones que den con las mutaciones apropiadas para adecuarse al medio. Esto hace que la probabilidad que tiene dicho organismo asexuado de dar con las mutaciones correctas que le permitan adaptarse de forma ventajosa y en poco tiempo sea bajísima y, en cierto modo, fortuita.
El sexo resuelve este problema de la manera más elegante. Y por ello la reproducción sexual constituye el procedimiento reproductivo más habitual. En el caso de la especie humana, le tocó al sexo femenino el recibir los gametos, combinarlos y luego portar a las crías, ¿lo de cuidarlas? Bueno, eso ya es una evolución cultural, no natural.