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Los Eames

Tras una crisis, en 1933, Eames viajó a México, donde aprendió «lo poco que se necesita para sobrevivir».

Juntos se atrevieron a agitar el Universo, alterándolo para siempre. Iluminando el siglo XX con su genio, Charles y Ray Eames diseñaron y realizaron una producción de lo más asombrosa y variada. A través del prisma de su estudio proyectaron su visión de cómo funciona el mundo y cómo el diseño puede mejorar la vida de las personas.

El espíritu libre e Charles Eames

Charles Eames nació en St. Louis, Missouri, EE.UU., el 17 de junio de 1907. Desde pequeño trabajó para ayudar a mantener su casa. Uno de sus primeros empleos fue en la planta siderúrgica Laclede, donde aprendió algo de dibujo, ingeniería y arquitectura y concibió la idea de convertirse en arquitecto. Acudió a la Washington University de St. Louis, gracias a una beca de arquitectura.

Charles se casó con Catherine Dewey Woerman en 1929 y viajó con ella a Europa. A su regreso, se encontraron en medio de la Gran Depresión, por lo que Eames abrió su propio estudio de arquitectura, asociado primero con Charles Gray y, más adelante, con Walter Pauley. La firma aceptó todo tipo de encargos: diseños de casas, residencias, restauraciones, etcétera.

Tras una crisis, en 1933, Eames viajó a México, donde aprendió «lo poco que se necesita para sobrevivir». Tiempo después volvió a St. Louis y abrió con su amigo Robert Walsh una nueva firma de arquitectos: Eames & Walsh. Más tarde el arquitecto finlandés Eliel Saarinen quedó impresionado con su trabajo y le ofreció una beca de investigación en la Cranbrook Academy of Art de Michigan.

La ingeniosa Ray

Bernice Alexandra Kaiser, «Ray», nació el 15 de diciembre de 1912 en Sacramento, California. Comenzó a dibujar a los tres años. Estudió en la May Friend Bennet School de Millbrook, Nueva York. En 1936, Ray se convirtió en uno de los miembros fundadores de un grupo radical llamado American Abstract Artists —AAA—, lo que la llevó a dedicar gran parte de su tiempo a encuentros que promovían el derecho de los modernistas abstractos a mostrar su obra no figurativa en los museos y galerías de las ciudad. Las pinturas de Ray fueron exhibidas en la primera muestra de AAA en las Galerías de Arte Municipal de Manhattan.

Una nueva etapa para el diseño

Charles Eames y Ray Kaiser coincidieron en Cranbrook, donde él había sido nombrado director del Departamento de Diseño Industrial y ella era una estudiante. Tras una relación clandestina y después de divorciarse Eames, en junio de 1941, Charles y Ray se casaron y partieron a California. Una vez ahí, Charles consiguió empleo en los estudios de la MGM, donde se incorporó al Departamento de Arte. Sus habilidades como dibujante lo llevaron a diseñar decorados para directores como Vicente Minnelli y George Davis. Por su parte, Ray empezó a diseñar portadas para Arts & Architecture y, al igual que Charles, colaboraba además con sus artículos en la revista. En sus ratos libres la pareja trabajaba en la creación de muebles de contrachapado moldeado, sometiéndolos a rigurosas pruebas en un aparato que él había inventado y que llamaron «la máquina Kazam!».

Durante 1942, en plena II Guerra Mundial, Charles empezó a trabajar en tablillas de madera contrachapada para la Marina de los EE.UU. Las tablillas, usadas para inmovilizar miembros fracturados, obtuvieron el
reconocimiento oficial por su eficacia en la acción militar, asegurando posteriores contratos militares para la creación de una camilla y de otras aplicaciones en madera. Además de los beneficios económicos por sus contratos gubernamentales, Charles y Ray tuvieron acceso a los últimos avances tecnológicos en materiales y maquinaria que se produjeron durante estos años.

La arquitectura innovadora

En 1945, se lanzó el programa de las Case Study Houses —csh—. La idea surgió durante los años 1943 y 1944, cuando la revista Arts & Architecture auspició un concurso llamado «¿Qué es el diseño?». John Entenza, director de la revista, encargó a ocho arquitectos la construcción de viviendas que defendieran los principios del modernismo a la vez que adaptaban las nuevas tecnologías del periodo bélico, a lo que Ray, junto con Marilyn y John Neuhart, llamaban en Eames Design «la prefabricación, producción en serie e industrialización de la construcción residencial». Entenza propuso 34 casas para el programa, de las que 23 fueron efectivamente construidas. Para el programa de las Case Study Houses y para su propio hogar Entenza compró una parcela de dos hectáreas en Pacific Palisades, un hermoso prado sobre un risco de 45 metros asomado al océano Pacífico. En este pintoresco escenario, 1.2 hectáreas se usaron para las casas de Entenza y de los Eames. Entre 1945 y 1949 los Eames, junto con Eero Sarineen, diseñaron y construyeron las CSH números 8 y 9.

La CSH no. 8, la casa Eames, fue pensada para una pareja de profesionales con un particular estilo de vida. Comenzó como un diseño en forma de L, con el estudio situado contra el terraplén en el límite nororiental de la propiedad y una «casa puente» rectilínea extendiéndose en perpendicular sobre el prado mirando al mar. Más tarde Charles eliminó la «casa puente», alineando la casa con el estudio y construyendo en el terraplén un muro de retención. Para lograr lo que él llamaba «máximo volumen con el mínimo de materiales», se las arregló para usar las secciones de acero prefabricadas ya entregadas para construir el nuevo diseño. Una cortina verde de eucaliptos y un terraplén artificial hacían de mampara con la casa vecina, la CSH no. 9, y proporcionaban privacidad. La CSH no. 9 fue diseñada por Charles Eames y Eero Saarinen para John Entenza, que en aquel entonces era un hombre soltero que quería a la vez una oficina, un refugio y un ambiente para entretener a los amigos. Aunque el plano se basaba en el mismo sistema estructural que la casa Eames ––pilares en forma de H de acero de 10 centímetros y vigas de acero de alma abierta de 30 centímetros––, era de muy diferente ejecución, con la mayor parte del armazón de acero oculto bajo paredes cubiertas de yeso y un cielo raso de tiras de madera de abedul. El salón de once metros de largo tenía ventanas con vistas al prado y al mar. Entenza se hizo construir una pequeña oficina, una «habitación útero» sin ventanas que lo distrajeran cuando quisiera concentrarse en el trabajo. Vendió la casa en 1955, y desde entonces la csh no. 9 ha sufrido diversas transformaciones que, en la mayoría de los casos, han ido desdibujando su diseño original.

Mobiliario y cine

En 1946, tras dar a conocer sus muebles de madera contrachapada moldeada en una muestra del Museum of Modern Art, la Herman Miller Furniture Company se convirtió en representante del mobiliario Eames, describiéndolo en su catálogo como «el mobiliario más avanzado que se produce actualmente en el mundo». El arquitecto Konrad Wachsmann lo resumió en pocas palabras: «Las sillas Eames han dejado de producirse.
En lo que a muebles se refiere, el siglo es suyo».


Por otro lado, atravesando como un hilo conductor de celuloide todos los proyectos de Charles y Ray, se encuentra una serie de cortometrajes iniciada después de la guerra, cuando el cine experimental estaba floreciendo. «No son realmente películas, sólo intentos de comunicar una idea». En total crearon cincuenta filmes, libros y exposiciones para IBM. También produjeron cintas patrocinadas por ABC, CBS, Time Inc., Boeing y Polaroid, promocionando en todas ellas sus correspondientes productos de un modo singular e innovador.

El legado Eames
«Aunque surgieron muchas figuras relevantes en el ámbito del diseño en la década que siguió al Festival of Britain, ninguna produjo, por sus obras y por su personalidad, un impacto tan grande en el mundo como Charles Eames. La Eames Chair fue unánimamente reconocida como el primer acontecimiento importante en el diseño de sillas desde las creada por Breuer en 1928. Tras ella, siguieron, en apabullante sucesión, juguetes, películas, investigaciones científicas, giras de conferencias, exposiciones especiales, tres generaciones más de sillas… y un gran número de
premios y menciones.» Esta observación hecha por el historiador de la arquitectura Reyner Banham en su libro Design by Choice (1981) refleja el respeto generado, tanto entonces como ahora, por el estudio de Charles y Ray Eames en las esferas del arte, la arquitectura y el diseño industrial.

Tras la muerte de Charles en 1978, Ray pasó el resto de su vida organizando, catalogando y escribiendo sobre el extenso legado de su marido. Ella murió en 1988, justo diez años después que él. El archivo de palabras, dibujos e imágenes de Charles y Ray Eames se conserva en tres secciones de la Biblioteca del Congreso, y el Museo de Diseño de Vitra de Alemania resguarda una colección de experimentos, prototipos y mobiliario. Sus muebles continúan siendo fabricados y vendidos por la Herman Miller Furniture Company, y son comercializados por el Museo de Vitra.

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