Uno de los fenómenos más recurrentes en el dialecto mexicano del español es el dequeísmo, una manía que consiste en anteponer la preposición de a la conjunción que. Su uso se ha extendido tanto que se ha infiltrado en todos los ámbitos sociales, esferas profesionales y universitarias, y hasta en las páginas de periódicos y revistas.
Es un fenómeno lingüístico con el que nos encontramos frecuentemente, pues la construcción de verbos con un complemento preposicional encabezado por de que ha invadido expresiones como: «opino de que el panorama es poco favorable», «es necesario de que…», «es raro de que…». Por lo regular, en las formas gramaticales «con tal que…» y «a menos que…» también se mal acostumbra poner un de polisón.
El uso de la preposición de ante una oración subordinada introducida por la conjunción que, suele emerger cuando la oración principal introduce un verbo con el significado general de decir o pensar: «Me dijo de que…», «sabía de que…», «cree de que…», entre otros. Y es resultado de la ultracorrección, es decir, del deseo del hablante por expresarse correctamente o parecer elegante.
Sin embargo, debe evitarse el error de suprimir la preposición de en donde sí es necesaria, para no caer en el fenómeno contrario, conocido como queísmo, ya que en muchos casos, un verbo, un adjetivo, un adverbio u otro elemento exigen la presencia de la preposición; de tal suerte que es erróneo decir: «Antes que te vayas, pásame una chela», lo adecuado sería: «Antes de que te vayas, pásame una chela».
El fenómeno más grande llamado ultracorrección ocurre cuando, al querer adoptar un estilo culto o prestigioso, se modifica una palabra o una expresión correctas, por creer equivocadamente que está considerada como incorrecta o poco culta.
Ya sea que huyamos del contrabando de de y que, en muchos casos debemos ser cuidadosos de aplicarlos cuando sí se deben emplear.