Lilia Carrillo nació en 1930 en la Ciudad de México. Desde su infancia mostró una clara predilección por la pintura, y a los 17 años ingresó a la escuela La Esmeralda del inba, donde estudió con artistas como Carlos Orozco Romero y Pablo O’Higgins. Se graduó en 1951 como maestra en artes plásticas.
Lilia Carrillo fue alumna de Manuel Rodríguez Lozano, por lo que se le considera heredera de la Escuela Mexicana de Pintura.
En 1953,
Lilia viajó a París y en esa época fue que se interesó por la obra de Sartre, Camus y Simone de Beauvoir —representantes del Existencialismo—, al tiempo que estudiaba en la Academia de la Grande Chaumière, en la que se relacionó con pintores de la vanguardia europea y descubrió corrientes como el Poscubismo
y el Automatismo surrealista.
Para 1960, la obra de Lilia se expuso en galerías de todo el mundo — en Washington, Nueva York, Tokio, Lima, São Paulo, Madrid, Barcelona, Bogotá y La Habana—.
En 1969, un aneurisma en la médula espinal la apartó de la pintura hasta su muerte, en 1974.
Lilia Carrillo es considerada la introductora del Informalismo abstracto en México. No partía del dibujo, sino del lienzo en blanco, en el cual iba bosquejando los trazos según lo dictaban sus sensaciones. Su turbulenta vida interior se expresa en su pintura por medio de las técnicas pictóricas aprendidas.