El origen
La Hacienda de San Francisco de Borja —llamada así en honor del religioso y santo español, quien vivió entre 1510 y 1572, y envió a miembros de su orden, cuando fue Superior General, a la Nueva España— fue formada por los jesuitas, uniendo propiedades, en 1683. Parte de sus tierras estaba destinada a la cría de ganado caballar, vacuno, caprino y lanar; el resto, a la producción de granos y magueyes, aprovechando la fertilidad del terreno que, con excepción de algunos islotes, un día fue espacio lacustre.
Después de ser expulsados los miembros de la Compañía de Jesús en 1767, la hacienda fue adquirida en 1782 por los primeros marqueses de Selva Nevada. Posteriormente, en 1821, fue vendida al coronel Pedro Antonio de Acevedo, quien la legó a sus dos hijas: Mariana y Dolores. Fue en 1851 cuando María del Refugio Herrera, hija de esta última, junto con su esposo chileno Juan de Dios Pradel, iniciaron su venta en grandes porciones.
Sin embargo, no fue sino hasta 1906 cuando la empresa Nueva Colonia del Valle, S. A., empezó a comercializar parte de lo que fue la hacienda, ubicada en lo que entonces era las afueras de la ciudad. El casco de la Hacienda de San Borja, del siglo xviii —del que sólo quedan restos, como la capilla, e historias de túneles y de espantos—, estaba en lo que es ahora la manzana integrada por avenida Coyoacán y Adolfo Prieto, entre San Borja y Ángel Urraza.
En 2008, la colonia Del Valle cumplió su primer centenario.
Originalmente, la colonia se llamó Campestre del Valle, ya que a la zona se le conocía como «Gran Valle». Hoy forma parte de la delegación Benito Juárez y sus límites han variado a través del tiempo. Los actuales son irregulares y poco conocidos, aun para sus habitantes —muchas personas dicen vivir en la colonia Del Valle y están en la Narvarte, en Mixcoac o en la Nápoles—. Al norte limita con lo que fue el Río de la Piedad, al sur con Río Churubusco, al oriente con Nicolás San Juan y División del Norte, y al poniente con Insurgentes. Es además una de las colonias más grandes de la ciudad,1 Su superficie es de 4.7 km2 por lo que se subdivide en norte, centro y sur.
Historia de la colonia Del Valle
Clima y habitantes
Ya es tan grande la capital del país, que el clima llega a variar de una zona a otra. La temperatura en la colonia Del Valle tiene un promedio anual de 16.7°C, siendo los meses de mayo y junio los más calurosos, y diciembre y enero los más fríos. Llueve más en julio y agosto, y menos en febrero y diciembre.
En la colonia habitan unas 60 mil personas en aproximadamente 20 mil viviendas, y la población tiende a disminuir. Predominan las familias de clase media alta y, en menor número, las de clase alta. Muchas de las viviendas forman parte de edificios de departamentos y condominios.
Calles
La mayoría de los nombres actuales de las calles de la colonia Del Valle es de filántropos, principalmente mexicanos, como Concepción Béistegui, Miguel Laurent, Mier y Pesado —por Antonio Mier y su esposa Isabel Pesado—, Matías Romero, Nicolás San Juan, Luz Saviñón, entre otros. También hay calles que honran a algunos periodistas, como Rafael Alducin, José Ignacio Bartolache, Heriberto Frías y Juan Sánchez Azcona. Hay otras que recuerdan a militares, como Porfirio Díaz y Julián Grajales Robles.
Asimismo, algunas tienen nombres de frutas, como Tejocotes, Manzanas, Moras y Uvas. Otras calles se denominan como ciertos estados, poblaciones o islas de Estados Unidos, de México y de Canadá; por ejemplo, Alaska, Los Ángeles, Magdalena, Oregón, San Francisco, San Lorenzo, Yukón, Tijuana, etcétera. También tienen nombres de educadores, como Juan Enrique Pestalozzi y Enrique Rébsamen; el de un matemático, Pitágoras, y el de un filósofo, Anaxágoras.
La avenida Eugenia lleva el nombre de pila de la señora Eugenia Ojeda, cuyo esposo compró, en 1920, una finca que estaba ubicada en la esquina que forman esta calle y la avenida Coyoacán, a la cual nombraron Quinta Eugenia. Es de los pocos casos en México en que una calle o avenida ha sido designada con el nombre propio de una persona.
Por su parte, Amores, según una versión, tomó su denominación de uno de los ranchos de la zona, cuya construcción principal se encontraba en lo que después fue la glorieta y el parque Mariscal Sucre; según otra versión, se le puso así en honor de la familia Amor, en la que hubo varios benefactores.
A la calle —de sólo una cuadra, que va de Romero de Terreros a Insurgentes— en donde tuvo su casa, de 1942 a su muerte, en 1961, el abogado, historiador, escritor y cronista de la ciudad de México, don Artemio de Valle Arizpe, se le dio su nombre, siguiendo la costumbre de honrar así a los cronistas. Algo similar sucedió con Luis González Obregón en el Centro y, posteriormente, con Salvador Novo en Coyoacán.
Xola fue nombrada así por Xólotl, un personaje indígena que vivió en la zona. El nombre Pilares procede del de una finca con un portal exterior sostenido por pilares blancos. Parroquia fue originalmente un viejo camino que iba del templo de Santo Domingo de Guzmán, en Mixcoac, hasta la parroquia de Santa Cruz Atoyac. Los franciscanos lo mandaron ampliar a finales del siglo xviii para que se hiciesen las procesiones de las dos parroquias, por lo que se le dio el nombre de calzada de las Parroquias y, luego, se le conoció como calle de la Parroquia o Parroquia.
Por la colonia pasan los ejes 5 sur, Eugenia; 6 sur, Ángel Urraza; 7 sur, Félix Cuevas, y 8 sur, José María Rico; el 2 poniente, Gabriel Mancera, y el 3 poniente, avenida Coyoacán, inaugurados el 23 de junio de 1979. El largo de estos ejes va desde 7.4 kilómetros —Coyoacán— a 9.7 kilómetros —Félix Cuevas.
Casas y edificios
Buena parte de las construcciones originales se hizo en la década de los años 50 del siglo pasado. La familia Rivera Torres, dueña de varios establos, participó en la comercialización de los predios.
Por ejemplo, la construcción de la parroquia del Purísimo Corazón de María, en la calle de Gabriel Mancera, comenzó en 1938 y se consagró el 8 de diciembre de 1954, cuando se cumplieron 100 años del dogma de la Inmaculada Concepción. Fue una de las primeras iglesias mexicanas en utilizar exclusivamente el concreto en su estructura, muros y cubierta. Su altura es de 64 metros y la escultura de la Virgen que corona la construcción, colocada sobre una cúpula poliédrica, mide unos doce metros; hay quien la llama «la Virgen del concreto» o «del tránsito».
El conjunto urbano Miguel Alemán, en la avenida Coyoacán esquina con Félix Cuevas —el primer multifamiliar de América Latina—, se empezó a construir en 1947 y se inauguró el 2 de septiembre de 1949. Ocupa un predio de 40 mil metros cuadrados y tiene nueve edificios de trece pisos, seis de tres pisos, 1 080 departamentos y 20 elevadores. Dentro se hicieron panaderías, farmacias, lavandería automática, jardines, canchas deportivas y hasta servicio de alberca gratuito. Iba a contar con un mural de José Clemente Orozco llamado La Primavera, pero el pintor murió antes de terminarlo y sólo quedaron bosquejos.
En la colonia Del Valle algunas de las casas son de estilo californiano —techos de teja, rejas de hierro forjado y paredes aplanadas—; colonial californiano —que incluía, además, ornamentación de piedra— y, las más lujosas, de tipo quinta norteamericana —con jardín en todo el rededor.
El edificio más elevado de la colonia es la Torre de Mexicana, ubicada en Xola; cuenta con 30 pisos y 125.50 metros de alto. Fue inaugurada el 30 de abril de 1984.
No cabe duda de que la colonia Del Valle es un lugar excepcional: es una colonia bella, relativamente tranquila, céntrica y con una interesante historia que es parte del patrimonio de la gran ciudad de México.
La Ciudad de México en el tiempo: Colonia Del Valle
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Texto tomado de Vida y milagros de…; Editorial Lectorum y Editorial Otras Inquisiciones (colección Algarabía): México, 2008; pp. 21-26.
