La revista central nos comparte las claves para descifrar tu personalidad, analizando la forma en que uno firma y escribe, de acuerdo con una entrevista realizada a la perito grafóloga Susana Fernández.
«El texto es el “yo verdadero”, cómo te sientes y eres realmente. La letra redondita nos habla de cortesía, dulzura, amabilidad, y sobre todo de un trato formal, cortés y amable. El que sea cuadrada refleja el intento por mantener todo bajo control. La ‘o’ cerrada indica que se cuidan mucho las palabras y cómo se expresan las cosas, y el que sea grande habla de una autoestima alta. Esta persona es alegre porque la letra ‘brinca’: sube y baja, y es de tamaño grande. La letra pequeña se relaciona con baja autoestima o personas introvertidas, cautelosas, cuidadosas, más analíticas y racionales que emocionales y sociales.
¿Cómo firmas?
En la firma vemos el “yo social”, cómo eres ante grupos sociales: escuela, trabajo, amigos, familia. El que vaya hacia arriba indica que es visionaria y le gustan los retos; se propone metas altas pero es realista, porque cuando la firma es demasiado vertical hablamos de personas trepadoras, a quienes no les interesa el medio con tal de lograr el fin.
Tip: No confíes en la gente que firma con un garabato porque significa que ni ellos saben lo que quieren ni cómo conseguirlo.
¿Cómo haces los números?
Dependiendo qué tanto “adornes” el uno es qué tan competitivo eres, si te gusta destacar, si haces las cosas por ti o por los demás. El dos habla de la pareja, de qué tanto tienes que admirarla, qué tan exigente eres. El tres, seis, siete y nueve no nos dicen nada realmente importante. El cuatro indica qué tan estructurado, ordenado y organizado eres. El cinco es cómo administras tu dinero, si te gusta gastar o ahorrar. El ocho representa las metas; dependiendo de qué círculo es más grande, éstas son más ideales –el de arriba– o más materiales –el de abajo.
¿Sube o baja?
Si al escribir en una hoja en blanco el renglón baja, significa que la persona está triste, deprimida o desmotivada. Que vaya hacia arriba es sinónimo de alegría, entusiasmo y ganas de hacer algo.
Otro detalle a considerar: lo apretado de las letras. Dependiendo qué tan pegadas o separadas estén, hay mayor o menos estrés, tensión y apego.
¿Plumón, pluma o lápiz?
Las personas que prefieren escribir con plumón son hedonistas, buscan el placer en todo; tienen mucha fuerza de voluntad, les gusta llamar la atención, no ceden fácilmente… Quienes eligen el bolígrafo tienen buena capacidad de organización y desean encontrar el equilibrio entre el entorno privado y público. El lápiz es el favorito de la gente perfeccionista, observadora, que se fija mucho en los detalles.
Grafoterapia se le llama al tipo de terapia que consiste en modificar el rasgo de la letra a fin de cambiar un aspecto de la personalidad. Digamos que al hacer consciente el proceso neurofisiológico que conlleva el acto de escribir se voltea la situación: la mano le dice al cerebro cómo actuar.
Se puede usar para fines de orientación vocacional, es decir, aconsejar a los jóvenes qué estudiar, dónde trabajar, a qué dedicarse. También sirve para contratar personal en una empresa, detectar enfermedades y, desde luego para cuestiones judiciales: descubrir tendencias criminales y en casos de divorcio, quién es más apto para cuidar a los hijos.»
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