A pesar de la mala fama que se le ha hecho a estos roedores, la verdad es que no fueron ellos los principales transmisores de la enfermedad, sino sus parientes cercanos, las marmotas.
Estos inocentes y rechonchos animalitos, que tienen el tamaño aproximado de un gato, son susceptibles a la infección pulmonar causada por la bacteria Ye rsinia pestis, mejor conocida como peste bubónica. La marmota bobak o de las estepas disemina la enfermedad a través de la tos a pulgas, ratas y humanos.
Tanto humanos como marmotas, cuando son portadores de la enfermedad, tienen las glándulas linfáticas de las ingles y debajo de las axilas completamente negras e hinchadas. Son los bubones, del griego boubon, que significa ‘ingle’ y de donde proviene el nombre de la enfermedad.
Han pasado miles de años después del primer brote, sin embargo, la peste bubónica aún no es erradicada. Según la OMS, en 2013 se declararon 783 casos en todo el mundo, incluidas 126 defunciones.
Los tres países más endémicos son Madagascar, la República Democrática del Congo y Perú.
Seguro te interesará: