Hasta hoy, operan bajo condiciones que definitivamente han hecho que criminales de todo el mundo «la piensen dos veces». Sin un orden calificado, presentamos el Top 10 de las peores prisiones, según la redacción de Algarabía.
10. Cárcel de Diyabakir, Turquía
Tras el golpe de estado del 12 de septiembre de 1980, la cárcel de Diyabakir se convirtió en prisión militar… y en puerta al infierno. De 1981 y 1984, tiempo que duró la época más oscura tras sus muros, cientos de presos fueron torturados física y emocionalmente, y asesinados u orillados al suicidio. Aunque la «época de barbarie» pasó, la prisión aún rompe con varios de los estatutos básicos humanitarios ⎯ejemplo de ello, su sobrepoblación, la falta de atención médica a los internos, discriminación y censura mediática⎯.
«Cada celda era de 1.8 metros de profundidad y 0.7 de ancho. La cama, a 30 centímetros del suelo, medía poco menos de medio metro de largo. Cuando la puerta estaba cerrada, sentía que estaba dentro de un ataúd; no podía dar más de dos pasos en la celda, no podía siquiera extender mis brazos.»
—Mehdi Zana, «Lo que atestigüé en la cárcel de Diyabakir»; junio 26 de 1998.
Diversas propuestas han surgido para convertir la prisión en una institución educativa o cultural, pero hasta ahora ninguna ha sido aprobada y ésta continúa operando.
9. Prisión Estatal Pelican Bay, EE. UU.
Está dividida en dos: el área general de presos, y el área de reclusos de máxima seguridad ⎯shu,1 Secutiry Housing Unit por sus siglas en inglés⎯, privada por completo de la luz solar y en la que los prisioneros reciben sólo dos comidas al día y dos horas fuera de sus celdas. Los prisioneros de esta zona suelen pasar en ella, como mínimo, 8 años antes de ser liberados.
8. La Sabaneta, Venezuela
Las condiciones de vida de los internos en esta prisión son deplorables; se trata, probable e irónicamente, de uno de los lugares más inseguros en todo el Sur del continente. En La Sabaneta ocurrió una de las masacres más trágicas de Venezuela, en 1994, 108 reos murieron en un tiroteo de pandillas al interior de la prisión. El edificio, con capacidad para 700, actualmente alberga a cerca de 3 700 personas.
7. Prisión Mendoza, Argentina
Ocupada casi al triple de su capacidad, en esta cárcel los presos –hombres, mujeres y niños⎯ no tienen acceso a duchas, el consumo de agua potable está considerablemente limitado y ningún preso tiene contacto alguno con personal médico —a no ser que sea para que éste levante un acta de defunción.
6. Prisión ADX de máxima seguridad, EE. UU.
Se ubica en Colorado y abrió sus puertas en 1994. Si bien los índices de violencia en su interior son nulos, los 440 criminales que alberga esta prisión de máxima seguridad son sometidos a un completo aislamiento ⎯no tienen contacto ni entre sí, ni con guardias… mucho menos tienen visitas⎯.
«If you can’t do the time, don’t do the crime.»
Ninguno de ellos recibe luz natural, y cada recluso pasa 23 horas al día en celdas de concreto adaptadas apenas para cubrir las necesidades básicas.
5.Kwan-li-so #22, Corea del Norte
Se trata de un campo de máxima seguridad para presos políticos completamente aislado, en el que los internos ⎯hombres, mujeres y menores de edad⎯ son mantenidos en condiciones casi inhumanas. Inició operaciones en 1965.
4. Penal de Lurigancho, Perú
Ubicado en la ciudad de Lima, es conocida como una de las peores prisiones en Sudamérica. La sobrepoblación y el apoderamiento interno de pandillas abren la puerta a crímenes de todo tipo, haciendo de ésta una de las prisiones más peligrosas en todo el planeta.
3. Prisión de Nairobi, Kenia
En habitaciones para 50 personas duermen cerca de 250, mal alimentados y sin atención médica. Los más afortunados tienen un uniforme qué vestir. Muchos de ellos están apenas en espera de su juicio.
2. Prisión de Gitarama, Ruanda
En su interior, planeado para 500 personas, alberga a casi 6 mil prisioneros que luchan cada día para sobrevivir en las condiciones a las que son sometidos: falta de higiene y heridas que terminan en infecciones letales, falta de atención médica y desnutrición.
«Sí. Es posible que algunos de ellos sean inocentes…»
—Charles Kayonga, oficial de la prisión.
La mayoría de los presos pagan condena por crímenes de genocidio en Ruanda.
1. Bang Kwang, Tailandia
Durante los tres primeros meses de estadía en esta prisión, los reos son obligados a usar cadenas en los tobillos ⎯en el caso de los condenados a muerte, éstos además permanecen encadenados entre sí. El único alimento que reciben al día es un plato de arroz y verduras.