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Las manos vacías y el caldogordismo

por Francisco Medina

No se vale llegar con las manos vacías. Las tertulias de la vecindad no serían posibles sin las aportaciones comunitarias. Viandas y bebidas son pase de entrada. Un talento para compartir es salvoconducto. Ser una «papa enterrada» significa el desprestigio. Los actos se suceden: haciendo gala de pericia, Fulano alcanza el do de pecho, Perengana insufla la armónica, Zutano levanta la copa como brinda un bohemio, Mengano detona carcajadas a costa de Pepito y la última de sus travesuras.

Último número del programa. Un debut. El hijo de la anfitriona presentándose en sociedad. ¡Qué nervios! Y ahora, respetable público, a cappella, Luces de Nueva York dedicada a mi mamá: y…Fue en un cabaret, y… donde te encontré bailando, y… vendiendo tu amor al mejor postor… Risas contenidas. Cejas levantadas. Oídos lastimados. Escándalo… ¡Aplausos! Ha nacido una estrella ¡Que no falte a la siguiente! Memorable: A quién le importa el portentoso Fulano si Fredy es alma de las fiestas a cuenta del caldo gordo que le han hecho sus detractores.

el caldogordismo

¿Se vale comparar las otrora tertulias de vecindad con las redes sociales? No lo creo. Éstas son tan modernas… No todos le saben mover. No todos le entran: autodescarte. Porque #VIP, #NRDA, #CírculoRojo… Y si ya estás ahí, no se vale llegar con las manos vacías —las «papas enterradas» no prosperan—. Hay que tener talento para iniciar una ola, subirse en ella, fijar postura, alimentar la discusión o saludar con sombrero ajeno cuando las musas no llegan a tiempo.

Lo que sí tienen en común es que se aparece cada Fredy… ¡Ay, Fredy: pero qué desafinado! ¡Vean a Fredy, qué impertinente! ¡Ese Fredy es insportable! ¡Estúpido Fredy! ¡¿Ya vieron lo que hizo Fredy?! ¡Compartan a Fredy, por favor, para que no lo vuelva a hacer! Hasta se podría decir que cada usuario tiene su propio Fredy —o un ejército de ellos—. Hasta se podría decir que muchos usuarios comparten al mismo Fredy. Lo que por sus propios recursos no obtendría Fredy lo recibe a manos llenas de sus críticos: reflectores. ¡Aplausos! Ha nacido una estrella… con ustedes: ¡el caldogordismo!

Ahora hazme el caldo gordo: comparte con tu Fredy favorito.

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