Para aquellos que tienen la curiosidad de saber más sobre por qué los seres humanos somos como somos, por qué nos relacionamos con la gente de una u otra manera, por qué existen ciertos prejuicios, vicios y costumbres sexuales, la colección ¿Por qué nos gusta tanto el sexo? es la indicada.
Temas como la mujer, el recato, la prostitución, las relaciones de pareja, la reivindicación, el desenfreno sexual, la vida disipada de unos y recatada de otros se verán reflejados en estas páginas, que no tienen ningún otro motivo más que echar un vistazo a la historia que nos ha abierto puertas para ser más libres sexualmente, pero que también nos ha llenado de prejuicios que hasta la fecha conservamos.
A continuación podrás darte una idea de lo que viene en las interesantes, divertidas y atrevidas páginas del volumen iv enfocado en la Modernidad:
– Para los eruditos religiosos de los siglos xvi y xvii la imagen de la mujer inspiraba temor. Por una parte, recelaban del deseo que ellas manifestaban por gobernar, por rebelarse contra la potestad masculina. Por otra, le temían a su cuerpo, pues lo consideraban fuente de pecado y de lujuria.
– En el siglo xvii algunos doctores de Europa sostenían la creencia de que los penes muy cortos se debían a que la naturaleza tomaba de este órgano el material que faltaba para completar otras partes del cuerpo.
– Para la sociedad de aquella época, el amor y el deseo eran fuente de felicidad y de placer, pero sobre todo de infortunio y dolor que podía derivar, en casos extremos, en la muerte, debido a las enfermedades venéreas que arrasaron con la población.
– Durante el siglo xvii las prostitutas parisinas fueron castigadas con latigazos, se les rapaba la cabeza y eran expulsadas de la ciudad.
– El «derecho al orgasmo» de la mujer fue tema de discusión en los manuales de confesión del siglo xviii. Sin embargo, la mayoría de los teólogos aceptaba la teoría de Galeno —médico griego del siglo ii— respecto a la satisfacción femenina: «¿le habría dado Dios a la mujer esta fuente de placer sin una finalidad?». En esa época se declaró que la función del «semen» femenino era ayudar al masculino, pues si ambos eyaculaban al mismo tiempo, se crearía una descendencia más hermosa.
Información tomada del libro ¿Por qué nos gusta tanto el sexo? iv Modernidad, de la colección Trivium.
La sexualidad durante la Modernidad
En el volumen IV de la colección «¿Por qué nos gusta tanto el sexo?» te ofrecemos datos interesantes sobre la sexualidad durante la Modernidad.
- jueves 28 mayo, 2015
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