Así es, llegó esa época del año donde todo es risa y diversión —o eso se supone—, celebraciones, reuniones, recordatorios, listas de lo mejor; lo más leído, lo más escuchado, lo más visto, lo más visitado, listas, listas, listas y un etcétera tan largo como diciembre lo permita.
Y no es que necesariamente nos guste o que seamos entusiastas de la temporada, de una u otra manera somos copartícipes de los festejos y de la enumeración de eventos, situaciones, conciertos y hasta el recuento de lo vivido durante el año.
Por eso aprovecharé estas líneas para hacer lo propio, aunque no a manera de lista sino como una forma de ponerle un broche al año que se nos va en unas cuantas semanas.
Algo «normal»
El 2022 fue muy particular porque además de un mundial de futbol en noviembre-diciembre, un sismo-coincidencia, una temporada de lluvias bastante más larga de lo común y una primavera especialmente calurosa, fue el año del regreso después de los confinamientos y la contingencia sanitaria cortesía de la COVID-19.
Incluso esta columna encontró su pretexto perfecto para aparecer en el universo internet, gracias a nuestra vuelta a las andadas.
Y aquí estamos, pensando qué hicimos, que no hicimos y que vamos a tener que hacer el próximo año. Conciertos, trabajo, estudios, deudas, pagos, regalos, desvelos, fiestas y una recuperación nada paulatina de nuestra vida cotidiana. Se espera que la ola de contagios sea más leve que en otras etapas de esta pandemia que como sea sabe no se acaba, sólo se transforma.
También fue el año que vio de salida el cubrebocas aunque por fortuna no de forma definitiva, así que se vale ir a las fiestas con más de media cara cubierta, total, en esas reuniones hay cosas peores. O mejores.
Nos queda también el desafío de arrancar 2023 con mayor aplomo y con un esfuerzo especial para dejar los años del confinamiento atrás y confiar en el porvenir. Esperemos, anhelemos y también hagámonos cargo, total, nos esperan otros doce meses para que dentro de un año podamos hacer otro recuento. Nos leemos en enero, gracias por su amable compañía.