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La mujer de las letras

María del Pilar Montes de Oca Sicilia. ¿Cómo pudo ella abrir mercado con algarabía, la publicación cultural, mientras las demás revistas caen como piezas de dominó?

María del Pilar Montes de Oca Sicilia. ¿Cómo pudo ella abrir mercado con algarabía, la publicación cultural, mientras las demás revistas caen como piezas de dominó?
Extracto del artículo publicado el lunes 23 de febrero de 2015 en el sitio web de El Universal
«Si me hubieran dicho: ‘con esta revista vas a pasar todo esto’, no me lo hubiera creído y ¡no me lo hubiera aventado!». Así lo ve Pilar Montes de Oca o, como firma cada vez que hay suficiente espacio: María del Pilar Montes de Oca Sicilia (a veces, Pilar Sicilia). Se trata de su revista cultural Algarabía, esa que todos hemos ojeado (y hojeado) por curiosidad. Y muchos, por esa misma curiosidad la hemos adquirido. ¿Por qué es importante que hayamos pagado por ella? A diferencia de la gran mayoría de publicaciones en México, este título ha logrado ser rentable más allá de la publicidad. Eso por sí solo ya es una hazaña.
La historia ya es conocida, tanto que suena a lugar común: “La gente no lee”, “la gente no paga por las publicaciones”, “ha caído la venta de publicidad en medios impresos”, “ahora la gente prefiere internet”, “si damos la información por internet bajarán las ventas del impreso”, “si es cultural no vende”.
Pero de vez en cuando, aparecen nuevos modelos de negocio que hacen ver con otros ojos a la industria. Algarabía es el proyecto cultural de fomento a la lectura más importante del país. Lo dice Conaculta. Es la única revista cultural que tira 100 mil ejemplares y al frente de ella está Pilar Montes de Oca.
Un producto como Algarabía sólo podría salir de la mente de alguien, no únicamente culto, sino irreverente y con muy buen sentido del humor. Con leer el timeline de su cuenta de Twitter: @palabrafilica —donde tiene más de 50 mil seguidores— uno sabe que quien está detrás del teclado tiene más de dos dedos de frente. «La inteligencia ayuda», me dice Pilar cuando se dispone a hablar de su negocio. «No es que yo sea muy inteligente», matiza inmediatamente, «pero ayuda pensar».
¿Qué fue lo que planeó Pilar para romper con el modelo viejo de las revistas? Simple: un producto que la gente estuviera dispuesta a pagar, tenga o no tenga publicidad. La ventaja: no estar a expensas de los anunciantes. “No tienes que leer o TVNotas o Nexos, hay un punto medio”. Ese punto medio es Algarabía.
Lee el resto del artículo en eluniversal.com.mx
Ilustración de BOLIGÁN

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