En esta lista, diversas personalidades del cine realizaron sus mejores papeles en vestuarios que ahora son emblemáticos. Con excepción de algunos clásicos, los atuendos que aquí se presentan son ejemplos de originalidad y fuerza dramática, porque la moda en el cine no sólo embellece y viste al actor, sino que lo ubica en un contexto específico de tiempo y espacio: lo dota de un carácter inolvidable.
- Letty Lynton
(1932). Dir. Clarence Brown, con Joan Crawford y Robert Montgomery.
Sin necesidad de una pistola, Letty Lynton —Joan Crawford— es una amenaza; obliga a dar un paso hacia atrás. Recién llegada a Nueva York, sin titubeos, muestra que nadie puede escapar de lo que se esconde detrás de ese geométrico traje y la estola afelpada. «Cuidado», dice su soberbio rostro enmarcado por un fascinator —femenino sombrero ajustado.
- El hijo desobediente
(1945). Dir. Humberto Gómez Landero, con Germán Valdés «Tin Tan» y Marcelo Chávez.
Confundido con un millonario, «Tin Tan» —Germán Valdés— hace pasar a su supuesta familia varios tragos amargos… ¿Y cómo no? Con esa nota de pachuco —pantalón holgado, saco amplio con solapas, sombrero adornado con pluma, tirantes y zapatos bicolor—, ¿Quién lo iba a tomar en serio en la alta sociedad mexicana de los años 40?. Sin embargo, a pesar de su estrafalaria forma de vestir, Tin tan forjó un hito dentro de la moda y el cine, gracias a su vestimenta de pachuco la cual logró extenderse por todo el país.
- Rebel Without a Cause
—Rebelde sin causa— (1955). Dir. Nicholas Ray, con James Dean y Natalie Wood.
A Jim Stark —James Dean— nunca le gustó que le dijeran qué hacer ni cómo, por eso se distinguió por su estilo indómito: jeans pegados, playera blanca y chamarra roja de cuero. Así, a mediados del siglo pasado, todas las muchachas morían porque este chico malo les hablara al oído.
- La sospechosa
(1955). Dir. Alberto Gout, con Silvia Pinal y Miguel Torruco.
A Regina de Alba —Silvia Pinal— «le hacen cosquillas» los modelos que popularizó Marilyn Monroe. Esta diva mexicana se valía de su excelsa gura —generosamente dotada por la naturaleza— para lucir cualquier traje con un glamour que ya muchas personalidades desearían tener.
- La Dolce Vita
(1960). Dir. Federico Fellini, con Marcello Mastroianni y Anita Ekberg.
Roma de los años 60: las estatuas, las luces…, los paparazzi acosando a la bella actriz Sylvia —Anita Ekberg—.El periodista Rubini —Marcello Mastroianni— tiene suerte y puede llevársela a un paseo nocturno. Aquí están dentro de la Fuente de Trevi —él, de traje sastre y ella con un vestido negro largo y escotado—, en los albores románticos del amanecer. Esta es una imagen memorable, Fellini buscaba el equilibrio entre la moda y el cine, por eso el cuidado de la composición y creación de la imagen cinematográfica.
- Breakfast at Tiffany’s
—Desayuno en Tiffany’s— (1961). Dir. Blake Edwards, con Audrey Hepburn y George Peppard.
Holly Golightly —Audrey Hepburn—, aspirante a actriz, nos deleita con su encanto neoyorquino —sutil, ligero, fresco, espontáneo, elegante y so sticado—, en un clásico vestido Givenchy, para verla desayunar frente a la joyería Tiffany & Co. Muchos caerán rendidos a sus pies después del primer bocado.
- Jules et Jim
(1962). Dir. François Tru aut, con Jeanne Moreau y Oskar Wener.
Los amigos Jules —Oskar Werner— y Jim —Henri Serre— se enamoran de Catherine —Jeanne Moreau—, a quien le gusta juguetear por los rincones de París y de Alemania. Es la Primera Guerra Mundial, pero Catherine sólo quiere pasarla bien disfrazada de vagabundo, al estilo del niño que acompaña a Chaplin en The Kid (1921).
- Bonnie and Clyde
—Bonnie y Clyde— (1967). Dir. Arthur Penn, con Warren Beatty y Faye Dunaway.
A esta parejita de asaltantes de los años 30 les gusta ir a «trabajar» con un estilo casual pero arriesgado. La señorita Bonnie Parker —Faye Dunaway— usa un paliacate vintage y una pistola como accesorios, muy al estilo del Viejo Oeste pero con un toque femenino y moderno; mientras que Clyde Barrow —Warren Beatty—, más conservador, se muestra como un gentleman de cuello blanco.
- The Great Gatsby
—El Gran Gatsby— (1974). Dir. Jack Clayton, con Robert Redford y Mia Farrow.
Estos socialités nos rompen el corazón con sus trajes de gala de los años 20. Jay Gatsby —Robert Redford— no puede ocultar, aun con este esmoquin muy ad hoc para las estas en Long Island, su melancólica pasión por Daisy Buchanan —Mia Farrow—, quien, con su lujoso sombrero de cristales, muestra que las lágrimas se pueden volver accesorios de moda.
- The Cook, The Tief, His Wife and Her Lover
—El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante— (1989). Dir. Peter Greenaway, con Richard Bohringer y Michael Gambon.
Esta exótica prenda, mitad lencería y mitad vestido de noche, fue creada por el diseñador francés Jean Paul Gaultier. La porta con inigualable distinción Georgina —Helen Mirren— en esta historia de crímenes y pasiones: es un vestido de caníbal para devorar hombres.
- Fa yeung nin wa
—Deseando amar— (2000). Dir. Wong Kar Wai, con Tony Chiu Wai Leung y Maggie Cheung.
En el Hong Kong de 1962, Chow Mo-wan —Tony Chiu Wai Leung— intenta frenar la pasión que siente por la señora Chan —Maggie Cheung—, quien baja la mirada para evitar que el deseo se le escape por los ojos. Ella sabe que «menos es más»; su vestido sólo deja ver sus brazos: la imaginación lo es todo. Wong Kar Wai, nos seduce y convence, mediante la poética de la imagen, a adentrarnos en la moda y el cine desde una perspectiva a la cual no estamos acostumbrados, la no occidental. La paleta de colores, el guion y el montaje, hacen de “In the mood for love” una película que simplemente no te puedes perder.