Si usted comenzó a alzarse el cuello desde la primera vez que dejó de pedir popote para su refresco, hemos de avisarle que sus acciones son, literalmente, «como quitarle un pelo a un gato», pues desde hace algunas décadas fue descubierta una isla «virgen» en el océano Pacífico, que más que un destino paradisíaco es la capital de la inmundicia.
La Gran Mancha de Basura del Pacífico, mejor conocida como la Isla de Plástico, es un inmenso cúmulo de desechos humanos que se han ido aglomerando por efecto de las corrientes marinas. Ésta se ubica en el Pacífico Norte, entre Hawái y California, y mide aproximadamente 1.6 millones de kilómetros cuadrados —para que se dé una idea: tres veces el tamaño de Francia.1
Se estima que al año llegan al mar entre 1.15 y 2.41 millones de toneladas de plástico que son arrastradas por las corrientes de los ríos.
1 Laurent C.M. Lebreton, et. al., «Evidence that the Great Pacific Garbage
Patch is Raplidy accumulating Plastics», Scientifi c Reports 8, marzo 2008
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