Resulta que, durante unas vacaciones de verano, nos fuimos un amigo y yo a explorar el estado de Chiapas.
Durante el viaje de dos semanas recorrimos los lugares más recónditos y las carreteras más desoladas. Un día pasábamos por un trayecto de carretera que acababan de construir y que iba de Villahermosa a Palenque y, conforme íbamos avanzando, empezamos a preocuparnos porque no había ni un alma y ningún señalamiento que nos indicara cuantos kilómetros faltaban ni qué camino tomar cuando había una bifurcación.
Pasó casi una hora. Mi amigo iba manejando y, de repente, yo a lo lejos vislumbré una señal:
—¡Allí hay una! —grité—. Ojalá nos diga cuánto falta.
Seguimos avanzando y, cuando por fin nos acercamos, el letrero decía:
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Fernando Montes de Oca Sicilia es licenciado en derecho, especialista en derecho penal. Es un aficionado incondicional a los deportes —en particular al beisbol— y es amante de la buena vida, el vino, la música popular, el cine, la comida y, sobre todo, de la cerveza. No le gusta manejar en carretera.